EL FUTURO DE LA INDUSTRIA

El Metal aragonés ya importa trabajadores de otras autonomías ante la escasez de personal cualificado

La poca oferta de técnicos preocupa al 73% de los empresarios de un sector que aglutina al 20% de los empleos por cuenta ajena en Aragón | La patronal y los sindicatos aún no han empezado a negociar el nuevo convenio del sector, uno de los de referencia de la comunidad con cláusulas de revisión salarial que alcanzaron un pago de atrasos del 8,95% en 2021 y 2022

Benito Tesier, presidente de la FEMZ, delante de los micrófonos, secundado por los vicepresidentes Rafael Simón y Pablo Ruiz, junto al técnico Juan de La Cruz (a la izquierda).

Benito Tesier, presidente de la FEMZ, delante de los micrófonos, secundado por los vicepresidentes Rafael Simón y Pablo Ruiz, junto al técnico Juan de La Cruz (a la izquierda). / EL PERIÓDICO

Se buscan ingenieros mecánicos y en mecatrónica, soldadores, fontaneros o especialistas en materiales, instalaciones o motores. Los problemas de la industria metalúrgica en Aragón para encontrar mano de obra cualificada en la comunidad se agravan día tras día. Tanto es así que incluso los empresarios han recurrido a la captación de trabajadores especializados formados en otras comunidades autónomas e incluso en el extranjero. La competencia es brutal incluso entre empresas y siete de cada diez empresarios del Metal (un 73%) muestran su preocupación ante el desajuste del mercado laboral, algo "preocupante" que puede poner en jaque "el músculo" que exhibe el sector en datos de facturación y exportaciones.

"El nuestro no es un problema de retribuciones al trabajador, como puede estar pasando en otros sectores, sino que no encontramos personal", ha dicho este jueves Benito Tesier, el presidente de la Federación de Empresarios del Metal de Zaragoza (FEMZ), en la presentación de la encuesta de Sentimiento Económico del sector del primer trimestre de 2023. Es más: Tesier ha añadido que en cuanto pase el periodo electoral pedirán al nuevo Gobierno "que satisfaga los cambios necesarios en la formación para fomentar el empleo cualificado".

Pero de regreso al tema de los sueldos, el convenio del sector es uno de los de referencia en cuanto a tablas salariales y también en lo que se refiere a negociación colectiva, fruto de la paz social que baña las negociaciones entre la patronal y los sindicatos. Todo ello se plasma en el último acuerdo colectivo, donde el salario de 60.000 trabajadores del sector se actualizó conforme al IPC, lo que supuso un incremento del 8,95% para neutralizar la pérdida de poder adquisitivo a causa de la inflación.

Considera Tesier que los empresarios "han estado a la altura" para paliar "el sufrimiento" económico de las familias, aunque esta respuesta se ha traducido en un alza de costes laborales que hoy es la principal preocupación de los empresarios del Metal (un 78% lo citan como un factor de afección a la marcha de la compañía).

Sin embargo, el convenio colectivo del Metal de Zaragoza caducó el pasado 31 de diciembre y ahora les toca a la patronal y a los sindicatos negociar un nuevo acuerdo. Según ha confirmado Tesier, las reuniones aún no han comenzado pese a que la estabilidad del sector es una de sus mayores bazas para mantener ese músculo que exhiben ambas partes. La negociación se encara con un cambio de ciclo (y sobre todo, de caras) en el buque insignia de la industria aragonesa.

Tesier accedió a la presidencia de la FEMZ hace unos meses tras el adiós de Javier Ferrer, que había dirigido la organización desde su creación en 1977, mientras que la semana pasada, el responsable de industria de UGT, José Juan Arceiz, dejó la federación para liderar la secretaría general del sindicato. Caras nuevas para intentar que todo siga igual. Pese a todo, Tesier ha afirmado que el convenio que se firmará en Stellantis servirá de referencia para la negociación y ha concluido: "Firmaremos el acuerdo, como dicen los ingleses, 'as soon as posible' [lo antes posible]".

Pero no son estas las únicas preocupaciones que causan incertidumbre en el Metal. El alza de los costes de materias primas (un 63%) y los altos precios de la energía (un 53%) siguen condicionando el presente de las empresas con fuertes afecciones a las cuentas de resultados. Las previsiones no son halagüeñas: más de la mitad de los encuestados creen que estos costes aumentarán en lo que queda de año.

“Nos preocupa igualmente las dificultades de acceso a los fondos europeos que están enfrentando las empresas”, ha señalado el presidente de la organización empresarial. “Por ejemplo, en la segunda convocatoria del Perte ha habido una actualización de la normativa de morosidad que obliga al pago en 60 días, pero muchas empresas transitan sus operaciones con mercados internacionales con unos flujos de, como mínimo, 45 días desde que realizan el pedido hasta que lo reciben en sus instalaciones; por lo que una regulación tan drástica les hace imposible cumplir con los requisitos de las ayudas”, ha asegurado Tesier.