EL EFECTO DE LA INFLACIÓN EN LAS VACACIONES

Un puente de mayo más caro y con menos viajeros

La proximidad de otros festivos limita el impacto de unos días libres con menor seguimiento, una situación a la que golpea la subida de los precios, que solo se puede combatir con previsión

Las maletas volverán a salir en unos meses, con las vacaciones de verano ya en la mente de los aragoneses. | JAIME GALINDO

Las maletas volverán a salir en unos meses, con las vacaciones de verano ya en la mente de los aragoneses. | JAIME GALINDO / sergio h. valgañón

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

El puente del 1 de mayo nunca es uno que concentre un gran número de movimientos, pero siempre tiene su público. Aunque este año, con una tardía Semana Santa y con la resaca del Día de Aragón, los traslados serán aún menores. La inflación, que también se nota en el sector turístico, no ayuda a unas jornadas libres que muchos utilizan para pensar en las vacaciones de verano.

Alejandro Marín, representante de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en Aragón, anota que el INE notifica en su último estudio sobre precios «subidas en torno al 10% en los vuelos, en los hoteles y en las cartas de los restaurantes». Un impacto económico que las familias deben tener en cuenta «para analizar todos los viajes, sean a destinos lejanos o a lugares conocidos».

Un estudio que en las unidades familiares aragonesas se lleva haciendo desde hace tiempo, tal y como explica Marín: «El 54% de las familias aragonesas podrá irse de vacaciones en verano, pero, por otro lado, el 44% de estas familias no podrá hacer escapadas de fin de semana o aprovechar puentes como este».

Para Marín, las familias «lo van a tener complicado», pero es consciente de «las ganas que se tiene de viajar, por lo que se reducirán los días o se buscarán alternativas de menor coste, apostando más por el apartamento que por el hotel». «Lo que buscamos todos los ciudadanos es encontrar alternativas económicas para salir y poder descansar», sentencia el presidente de OCU.

«Todos somos conscientes de que el consumidor tiene un comportamiento racional, por el que juega con el presupuesto con el que sabe que cuenta», relata Marín, que cree que la fórmula hallada por muchos ciudadanos para seguir viajando es «comer menos fuera y cocinar más en los apartamentos o caravanas que se contratan».

Para José Ángel Oliván, presidente de la Unión de Consumidores de Aragón (UCA), los apartamentos personales serán los protagonistas: «No son unas vacaciones para buscar un lugar que contratar, son unos días para disfrutar de la segunda residencia, porque son muy pocos días».

Incluso hay otro problema, según Oliván, para el turismo: la llegada de las comuniones. «Tanto económicamente como por celebración familiar son eventos que hacen más complicado que la gente salga de la ciudad».

La gasolina ha tenido un ligero descenso desde el pasado puente de San Jorge. | JAIME GALINDO

La gasolina ha tenido un ligero descenso desde el pasado puente de San Jorge. | JAIME GALINDO / sergio h. valgañón

«Lo que sí hemos notado es que no ha habido mucha presión hostelera, esperábamos algo más», señala Oliván. Una falta de presencia en la hostelería que se debe, en parte, a la planificación del verano: «La gente ya está preparando sus vacaciones más largas, sobre todo porque hemos visto fuertes subidas en los hoteles de las zonas que tradicionalmente tienen una mayor aglomeración».

Haya o no mucho movimiento durante los próximos días en el interior de la comunidad, lo que no se reprime son las ganas de disfrutar de los días libres: «No se ha perdido ese gusto por irse fuera de casa y la gente aprovecha cualquier oportunidad para organizar un viaje, aunque sea a la segunda residencia». Para triunfar entre los familiares en estas escapadas, el presidente de UCA ofrece una única fórmula infalible: «Actuar con previsión, no fiarse de los chollos exagerados y realizar los pagos en plataformas fiables».

Turismo rural

Todos aquellos que no tengan esas ansiadas segundas residencias pueden optar por el turismo rural. Este sector, cada vez más fuerte en Aragón será uno de los que más visitantes concentre durante este fin de semana de tres días. Según cita Jesús Marco, presidente de Faratur (Asociación Aragonesa de Turismo Rural), la ocupación ya se encontraba «por encima del 80%».

«Podemos superar esta cifra porque en nuestro sector pasa siempre lo mismo, que la gente espera a última hora para reservar los alojamientos», comenta Marco, que no cree que el precio vaya a crecer, pese a la inflación: «Hubo un crecimiento importante en invierno porque aumentó el consumo energético, pero ahora no ha habido ninguna subida».

«Somos conscientes de que aumentar muchos los precios no nos va a permitir competir con el resto del sector turístico», advierte Marco, que cree que la oportunidad de triunfar esta semana pasa por los visitantes madrileños: «Tenemos muchos turistas de Madrid porque allí el día dos es festivo, por lo que se les queda un puente bastante majo».

Haya muchos o pocos visitantes, el mal al que ahora se enfrentan este tipo de arrendamientos es el menor gasto de sus inquilinos. Sucede en cámpings, donde cada vez se pasa más tiempo en el interior de las caravanas, y tambiñen en las casas rurales. «Hemos notado que se utilizan las cocinas mucho más, sobre todo para cenar y tomar algo dentro de los alojamientos», certifica el presidente de Faratur, que sí nota que «los inquilinos salen a comer fuera, porque los restaurantes de la zona siempre se llenan».

La evidencia de que el puente de mayo no es una fecha para viajar lejos de casa la cuentan también las agencias aragonesas. Solamente existe una salida desde el aeropuerto de la capital aragonesa, con destino a Malta. «Este puente no es especial», asegura Jorge Moncada, presidente de la Asociación de Agencias de Viaje de Aragón, que afirma que la presente fecha viene afectada por «todo lo sumado en Semana Santa y en el puente de San Jorge».

Decenas de viajeros esperan a sus trenes ayer en la estación de Delicias, en Zaragoza.  | FIRMA DE FOTO

Decenas de viajeros esperan a sus trenes ayer en la estación de Delicias, en Zaragoza. | FIRMA DE FOTO / sergio h. valgañón

Contratar el viaje en tren o autobús, o llenar el depósito del coche, es una de las fases más costosas en la planificación del viaje. Todas las compañías que operan desde la estación Delicias de Zaragoza mantenían sus paquetes de oferta si se contrataba la ida y vuelta, pero todos los viajes a los principales destinos (Madrid, Barcelona o Sevilla) rondaban los 300 euros si se contrataban en esta misma semana. Advierten, desde las dos organizaciones de consumidores, de que esta tendencia se quedará para siempre: «Hubo un tiempo en el que si se esperaba a última hora se podía encontrar alguna ganga, pero hoy eso ya no existe y la previsión es fundamental para conseguir un viaje algo más barato».

Por carretera, el que haya decidido viajar este puente notará una ligera bajada de los precios respecto al que lo hizo en el pasado festivo de San Jorge. Frente a los 1,65 euros el litro de gasolina el pasado fin de semana, en este inicio del puente se cifra el precio en 1,63 euros el litro.

No solo los medios de transporte tradicionales copan la atención de los aragoneses que viajan este fin de semana. BlaBlaCar, la aplicación estrella para compartir coche, ha registrado más de 235.000 viajes para este inicio de mayo, un aumento del 20% respecto al 2022. Zaragoza es uno de los destinos preferidos, junto a otras ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla, entre otras.

El puente de mayo no engrosará las arcas de la hostelería ni del sector turístico pero puede ser utilizado como impulso para las vacaciones de verano. Las organizaciones de consumidores ya preparan sus primeros consejos, «aunque la previsión y contratar lo antes posible siguen siendo los más importantes», y las casas rurales ya se preparan para un verano «bueno, porque la gente saldrá seguro». El calor ya ha llegado y las ganas de vacaciones también. Ahora solo queda que lleguen julio y agosto.

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