GRANDES INVERSIONES EN EL SECTOR DEL AUTOMÓVIL

España pierde la batalla de Tata y Aragón se queda sin gigafactoría

Medios británicos aseguran que el proyecto del gigante indio se anunciará hoy

Desde el Ministerio de Industria aseguran no haber recibido ninguna notificación

Logo de Tata Motors

Logo de Tata Motors / Uli Deck/dpa - Archivo

R. B. L.

El sueño se desvanece y hoy podría confirmarse definitivamente. El grupo indio Tata, propietario de la marca Jaguar Land Rover, tiene decidido que levantará su gigafactoría de baterías para coches eléctricos en Reino Unido, descartando así localizar su millonaria inversión en suelo aragonés. La multinacional ratificará hoy su decisión, según informaron ayer varios medios británicos como Bloomberg, Telegraph o la BBC, lo que supone enterrar las expectativas que se habían generado en la comunidad. Con todo, fuentes del Ministerio de Industria apuntaron ayer a este diario que no se les había trasladado esta decisión. El hecho de que Jaguar haya tenido siempre su cuartel general en Reino Unido y de que las ayudas del gobierno de Rishi Sunak hayan sido más cuantiosas son dos aspectos que han podido decantar la balanza

El consorcio indio apuesta, por tanto, por ubicar su megaproyecto en Somerset, lo que supone una gran victoria para el Reino Unido, que juega una carrera contrarreloj para no quedar atrás en la carrera mundial para construir baterías de vehículos eléctricos en territorio local, un factor vital para que los fabricantes de automóviles decidan realizar inversiones en ese país. 

La inversión de Tata podría suponer la creación de hasta 9.000 puestos de trabajo, lo que habría supuesto en aldabonazo en toda regla para el sector del automóvil aragonés, las empresas auxiliares y, en general, la economía de la comunidad que tiene en el automóvil un verdadero puntal. El gigante indio deja así con la miel en los labios al Ejecutivo español y a la provincia de Zaragoza, una localización que la compañía barajó como una opción factible. 

Hace apenas tres días, la vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño, señaló en su visita a Zaragoza que había recomendado personalmente al presidente de Tata Motors que instalara la gigafactoría en la comunidad. «Estamos trabajando estrechamente y en mi último viaje a La India estuvimos apoyando a Aragón como una candidata que tiene todas las ventajas para convertirse en la sede de la nueva fábrica de baterías de Tata», dijo Calviño el pasado sábado antes de visitar el pabellón Puente de Zaragoza, sede del Mobility City. 

Las esperanzas de la comunidad radicaban en las negociaciones entre el Gobierno español y la multinacional, a la que trasladó la inminente convocatoria del Perte del coche eléctrico, al que iba a destinar íntegramente 850 millones de euros para localizar en España fábricas de baterías. 

Oportunidad perdida

De confirmarse hoy la decisión, este sería el segundo tren que pasa por delante de Aragón sin que ninguno haya parado. El primero de los intentos llegó en marzo de 2022 cuando la comunidad perdió el pulso para hacerse con una la gigafactoría de Volkswagen, un proyecto que acarició pero que finalmente se fue a Sagunto (Valencia). En esta inversión millonaria, que hubiera generado alrededor de 3.000 empleos en la plataforma industrial de Zuera, se trabajó durante más de un año pero finalmente el consorcio al que pertenece Seat la descartó pese la firma de un acuerdo de intenciones entre la DGA y la multinacional.

Según fuentes de la BBC, el gobierno británico concederá cientos de millones de libras al proyecto de Tata, que se unirá a otra gigafactoría en Reino Unido, ubicada en las proximidades que la planta de Nissan tiene en Sunderland. La nueva fábrica de Somerset suministrará baterías para una nueva gama de modelos eléctricos de Jaguar y Land Rover. Además de ser propietaria de Jaguar Land Rover, Tata tiene intereses siderúrgicos en el Reino Unido, incluida la planta de Port Talbot, en el sur de Gales, y se espera que el Gobierno también ofrezca unos 300 millones de libras (348 millones de euros) para subvencionar, modernizar y descarbonizar esas operaciones.