Los empresarios de la Ribera Baja confían en que 2024 ponga fin a "la serie de calamidades"

Armando Mateos, presidente de la asociación Airbe, se muestra optimista tras «años difíciles»

La tormenta del 6 de julio paraliza varias empresas, aunque no se contempla la aplicación de ertes

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M. C. L.

El corredor industrial de la carretera de Castellón será uno de los grandes beneficiados por la actuación para agilizar el tráfico en la rotonda de enlace entre la A-68 y la Z-40, pues buena parte de los trabajadores de las empresas allí ubicadas se desplazan diariamente desde Zaragoza a las empresas afincadas en La Cartuja, El Burgo, Pina, Fuentes o Quinto para llegar a sus puestos de trabajo. Los empresarios celebran la actuación, aunque trabajan «estrechamente» con ayuntamientos y asociaciones para minimizar las afecciones al tráfico durante la ejecución de las obras, lo que dificulta un poco más la gestión después de casi cuatro años de tormenta perfecta.

«La obra del paso inferior va unida a la reivindicación del desdoblamiento de la N-232, ya comenzado y absolutamente necesario por ser un punto crítico de concentración de accidentes, además de por los atascos que se generaban», recuerda Armando Mateos, presidente de la Asociación de Industriales de la Ribera Baja del Ebro.

Precisamente por las cifras de accidentes, desde Airbe llevan tiempo trabajando en un plan de acción relativo a la seguridad vial, con campañas de concienciación junto a la Fundación Educatrafic y la Dirección General de Tráfico (DGT) para disminuir esa cifra de más de 70 accidentes en los últimos tres años.

Además, andan en conversaciones con el Consorcio de Transporte del Área de Zaragoza para dotar de información a las empresas sobre la posibilidad de subvencionar un 20% del coste del transporte de empresa, «siempre y cuando hubiera un transporte mancomunado entre dos o más entidades», puntualiza Mateos. Todo ello se aborda en foros específicos, como el celebrado hace unas semanas en Pina de Ebro.

Efectos de la tormenta

Las obras de la rotonda llegarán cuando varias de las empresas afectadas por la tormenta histórica del pasado 6 de abril aún bregan contra los estragos del fango. «De nuestras empresas, las más afectadas están en la ribera derecha del Ebro, desde La Cartuja, donde hubo inundaciones bastante importantes, hasta El Burgo», explica Armando Mateos. Apunta que empresas como Trox o algunas ubicadas en el polígono Tecnum «aún no han empezado a trabajar» y están teniendo que dar «vacaciones adelantadas a los trabajadores».

Por el momento, Mateos descarta que tengan que solicitar expedientes de regulación temporal de empleo (ertes), aunque si los trabajos de la limpieza revelaran daños mayores allá dentro de un mes, no es del todo descartable. «Hemos intentado que haya una respuesta rápida a este asunto. Los más afectados son los trabajadores, que ahora muchos están en casa. Se ha pedido a la Administración que haya una coordinación para que los seguros compensen al 100% y resolver esto lo antes posible, entendiendo que es un fenómeno que nadie controla», señala el presidente de Airbe.

La tormenta solo fue la puntilla a unos años negros que comenzaron con la pandemia. La industria de la ribera del Ebro estuvo parada durante varios meses, lo que generó una «demanda embalsada» que provocó un volumen de ventas en 2020 similar al de 2019 habiendo trabajado 3 meses menos. Fue un espejismo. Ahí empezó a subir el precio de las materias primas y la electricidad, además del gas por la guerra de Ucrania. Fueron unos meses «infumables», resume Mateos, lo que causó que a partir de junio de 2022 la demanda empezó a caer y que fuera obligatoria una corrección.

«Miro el momento actual con optimismo», señala Mateos, si bien incide en que la posibilidad de una repetición electoral pondría en jaque la inversión privada y la buena marcha de la licitación de las obras públicas. «Ya se sabe: el dinero y la incertidumbre están reñidos», concluye Armando Mateos, quien espera que a partir de septiembre se trabaje con normalidad y que 2024 sea un año bueno «para olvidar la serie de las calamidades».