Aragón logra el pleno empleo en los hombres y eleva la brecha de género

El reto del pleno empleo está al alcance de la mano en Aragón. Tanto es así, que ya es una realidad, al menos entre los hombres. La comunidad alcanzó en el segundo trimestre del año los 322.700 ocupados, lo que deja la tasa de paro masculina en el 5,74% (342.400 personas), según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) a través de la Encuesta de Población Activa (EPA). De cada 100 hombres en edad de trabajar menos de seis no tienen trabajo o, lo que es lo mismo, apenas hay 20.000 parados en Aragón. En el caso de la provincia de Zaragoza, el bajo desempleo entre la población masculina es aún mayor, ya que la tasa de paro se sitúa en el 5%, con casi 235.000 ocupados y solo 12.400 parados.

Esta realidad ofrece claroscuros y una de las sombras más visibles es la que tiene como protagonista a las mujeres, ya que el de género se ha convertido en uno de los graves desequilibrios del mercado laboral. La tasa de desempleo femenino al concluir el primer semestre del año se situaba en el 11,76%, es decir, seis puntos por encima de la masculina. En el caso de Zaragoza, esa brecha se eleva hasta el 7%. El número de mujeres que no tiene empleo, según la EPA, asciende a 36.200, lo que le acredita como uno de los colectivos, junto con jóvenes e inmigrantes, que se llevan la peor parte del mercado de trabajo. Y ello, a pesar de que en el primer trimestre de 2021 esa tasa alcanzaba el 14,61%, por lo que se ha reducido en casi tres puntos.

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Esta realidad del mercado laboral invita a los agentes sociales a realizar una reflexión sobre cómo encontrar un equilibrio. Para el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Zaragoza, Eduardo Bandrés, el pleno empleo masculino «es una realidad». Reducir esa tasa es «prácticamente imposible», subraya.

Este es un escenario en el que Aragón tiene que avanzar, apunta Bandrés, ya que, en la actual coyuntura económica (subida de tipos de interés y economías europeas en punto muerto, con la consiguiente caída de las exportaciones) «bajar del 7% de tasa de paro es algo impensable». Por tanto, «o se trata de incorporar y cualificar a más mujeres al mercado laboral aragonés o la única alternativa será traer trabajadores de fuera de Aragón y España», dice Bandrés.

El 80% de las jornadas parciales son de mujeres frente al 19,5% de hombres

Esta boyante realidad implica, por consiguiente, algunos problemas que los empresarios llevan meses detectando y que tiene que ver con la falta de profesionales. A finales del pasado mes de julio, CEOE Aragón lanzó la voz de alarma al señalar que hasta final de año se podrían crear unos 26.000 puestos de trabajo, muchos de los cuales serán de difícil cobertura y están vinculados con sectores pujantes como la agroalimentación, la informática, la logística, la ingeniería, además de camareros, albañiles y otras ocupaciones.

Desigualdad

Pero las mujeres no pueden acceder a muchos de esos puestos, ya sea por que requieren formación o porque sus obligaciones familiares se lo impiden. Los últimos datos del Instituto Aragonés de Estadística señalan que las mujeres aglutinan el 80% de la ocupación en jornada parcial frente al 19,5% de los hombres. El 35% de estas lo hacen porque no encuentran trabajo a jornada completa (35,1%) frente al 8,3% de los hombres o porque tiene obligaciones familiares (25,4%), algo que solo afecta al 1,8% de los hombres.

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Otra de las brechas que reflejan los datos es que el 38,3% de las mujeres que solo tiene educación primaria o ni siquiera eso está en paro frente al 16,7% de los hombres, es decir, 22 puntos menos, unos niveles que van convergiendo hasta llegar a la enseñanza superior donde solo el 6,5% de ellas están sin trabajo frente al 4,4% de ellos.

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Además, precisamente, las actividades que más empleo generan en Aragón son las que están ocupadas por hombres, mientras que las mujeres no copan ni un tercio de los puestos. Es el caso de la agricultura, la industria, la construcción y el transporte. Este escenario «hace necesario movilizar empleo femenino en el segundo semestre del año para reducir la tasa de paro de las mujeres», destaca el catedrático de Economía Aplicada.