EN PRIMERA PERSONA

Grupo Magia Negra: "Nuestro sello diferencial es la originalidad"

Tras la pandemia, "la gente tiene muchas ganas de fiesta", aseguran desde el grupo Boulevard

Una de las actuaciones de Magia Negra.

Una de las actuaciones de Magia Negra.

Eva García

Eva García

Cada actuación es «diferente» porque lo es el público y también el repertorio. El sello de identidad del grupo aragonés Magia negra es «la originalidad». Cada show comienza con los músicos disfrazados de diablillos, una bruja reina y entre el público «encontramos a una virgen a la que vamos a sacrificar», explica Jorge del Barrio, técnico de sonido de la formación, que se compone de 12 personas, 9 músicos y tres montadores. 

A partir de esa entrada, la música. Su repertorio es «muy amplio» con más de 80 canciones, que van desde el pop de los 80 hasta el de los 2000, incluyendo también rock en español e inglés y si el pase de baile es por la tarde, también rancheras y pasodobles. «Nos adaptamos, somos una orquesta a la vieja usanza, que va variando. Tienen un grupo de WhatsApp y según el público «se toca unas cosas u otras», reconoce Del Barrio y se adapta el vestuario y las luces, «todo muy fresco, muy libre». Lo único que tienen claro y lo anuncian desde el principio es que «no tocamos reguetón, lo tenemos prohibido» y cuando lo avisan «muchos se alegran, pero otros no», dice.

Reconoce el técnico de sonido que en las segundas partes también «hay muchos jóvenes», algo que no era habitual en los últimos años.

Magia negra es una de las orquestas que más conciertos ofrece, «una de las pocas que supera las 120 actuaciones al año» (este tienen ya 124 y alguna se puede sumar todavía para igualar al 2022, en las que realizaron 127 bolos), la mayoría en Aragón, aunque los contratan también en La Rioja, Navarra y en ocasiones en Tarragona o Guadalajara, «por el resto, no».

 Asegura Jorge del Barrio que el año pasado fue «un boom» porque «había muchas ganas de fiesta tras la pandemia». Todavía recuerdan sus primeras actuaciones tras el coronavirus, en 2021, con 25 actuaciones con geles, gente sentada, mascarilla, etc. 

El primer bolo fue en Pina de Ebro, con «solo un grupo pequeño de personas sentadas escuchando» pese a ser un grupo de rock y pop pero «nos dábamos la vuelta y detrás teníamos a 400 personas disfrutando de nosotros». Lejos quedan esos números (y la falta de ingresos por no poder actuar), ya que ahora superan el centenar de conciertos y se cuentan por miles los espectadores, a los que esperan seguir haciendo bailar y cantar este verano.

Actuación del grupo Boulevard.

Actuación del grupo Boulevard.

Grupo Boulevard: "Nos hemos adaptado al gústo del público"

Son ya veteranos en esto de la música, ya que Boulevard se formó en el año 2007, con el pop y el rock internacional como bandera, un repertorio que han ido variando y adaptando al gusto del público. «Con los años hemos visto que el rock no gusta a los jóvenes y en muchas ocasiones ni lo conocen», así aunque «mantenemos nuestra esencia, incluimos mucho repertorio de música urbana y reguetón, que es lo que quieren escuchar», reconoce Miguel Ángel Brosed, batería del Grupo Boulevard. Así que en sus actuaciones suena Aitana, Quevedo o Rosalía. Asegura sin embargo que otros clásicos como los pasodobles o las rancheras hace años que no suenan, aunque las segundas sí en «alguna sesión de tarde», donde la edad es más avanzada. 

Le sorprende a Brosed que últimamente piden mucho pop español de los 90, así que han retomado temas e «incluimos también algo de rock a ver si se enganchan».

Son ocho componentes, aunque a veces cuentan con un noveno, con la voz de Fernando Brosed (un legendario de la música en Aragón) como reclamo. A Boulevard les diferencia «la conciencia de grupo», ya que nos gusta «interactuar con el público, bajar a la pista... todo con mucho movimiento y desde la improvisación», señala. 

Este verano tienen alrededor de 40 bolos entre agosto y septiembre, vamos, la agenda completa. «El pasado verano ya fue bastante bueno», aunque la gente parecía un poco más comedida, pero «a nivel de trabajo bien. Este se nota que la gente tiene muchas ganas de fiesta». La pandemia, como a todas las orquestas, les cayó como un jarro de agua fría. «Ingresos cero pero gastos sí que hubo», explica Miguel Ángel, que reconoce que a ellos les afectó menos porque el grupo trabaja «de mayo a octubre, ya que cada uno tiene «un primer trabajo».

Eso les salvó en parte, ya que pudieron recibir alguna ayuda ya que para los músicos «fue de cero», así que sí, «fuimos menos perjudicados a nivel de música pero a nivel de empresa mucho», asegura.

Por eso reconoce la labor que está haciendo Aegore porque «la profesión vaya a mejor» y evitar el intrusismo y seguir atrayendo a la gente joven que «antes solo venía para esperar que acabáramos y empezara la discomóvil» pero ahora son muchos los que acuden a escuchar al grupo Boulevard.