SALUD PÚBLICA

El brote de gastroenteritis ya deja los primeros afectados fuera de Tarazona

Se han dado casos puntuales en pueblos cercanos con los que hay mucha movilidad y, a falta de confirmación, se trataría de contagios entre personas

El ayuntamiento opta, a medio plazo, por aplicar la técnica de rayos ultravioleta para erradicar este tipo de protozoo emergente

"No estábamos preparados para esto", señala a este diario el alcalde de Tarazona, Tono Jaray

La depuradora de aguas residuales de Tarazona, donde también se ha intensificado la limpieza.

La depuradora de aguas residuales de Tarazona, donde también se ha intensificado la limpieza. / ANGEL DE CASTRO

Ana Lahoz

Ana Lahoz

El brote de gastroenteritis detectado hace doce días en Tarazona, que alcanza ya los 408 afectados, está empezando a dejar casos en algunas localidades próximas como consecuencia de la movilidad y el contacto entre los vecinos de los municipios del entorno. Según ha podido saber este diario, se han dado casos en Novallas o en algunos pueblos de la ribera de Navarra que tienen una relación muy estrecha con Tarazona.

Se trata, en principio, de afecciones por transmisión entre personas. «Han sido fiestas aquí, también en Novallas, y ha habido mucho movimiento de la población. Nos constan casos puntuales, no brotes, pero oficialmente no tenemos información y todo apunta a un contagio entre personas», señaló ayer a este diario el alcalde de Tarazona, Tono Jaray.

En todo caso, las últimas investigaciones han confirmado la presencia de quistes del protozoo cryptosporidium en el tramo del río Queiles donde los pueblos de Novallas, Torrellas y Los Fayos captan el agua de la red de abastecimiento, al igual que Tarazona. Por tanto, nada está descartado en estos momentos. De hecho, Salud Pública recomendó ayer la prohibición del consumo de agua del grifo en estos tres municipios, tal y como lleva días haciendo la población de Tarazona.

De momento, el microorganismo no ha sido erradicado de la red de agua de boca y se sigue buscando el foco de contaminación que ha desencadenado en esta crisis de salud pública. Sanidad ha contactado con el Seprona «por si ha habido movimientos de tierra» recientemente en la zona que pudieran estar detrás de la contaminación. También se ha hablado con empresas e investigadores de Madrid, de Valencia y de la propia Universidad de Zaragoza, desde donde se recibe asesoramiento. «Se está acudiendo allí donde hay expertos en este protozoo», indicaron desde la consejería.

Rayos ultravioleta, la técnica elegida "a medio plazo"

Las claves pasan por saber dónde está el origen y cuál es el tratamiento más efectivo. Mientras se avanza en esta investigación, los trabajos de desinfección se han intensificado en las últimas horas en Tarazona. «Estamos trabajando en tres puntos: la captación del agua, los depósitos y la red de distribución. Estamos vaciando las instalaciones, realizando una limpieza exhaustiva en su interior, purgando las tuberías y actuando en los depósitos», explicó Jaray. «En la entrada del agua también se están desinfectando los filtros por si pudiera ser esa la entrada del microorganismo», añadió.

"Quiero dejar claro que aquí no ha habido ningún fallo humano y que todos los protocolos se han realizado correctamente. El problema es que estamos ante una enfermedad emergente, que no se percibe en las medidas de control ordinarias de agua", señala Tono Jaray

Según avanzó el alcalde, la técnica «que parece más factible» para eliminar a este protozoo es la de los rayos ultravioleta. «A medio plazo será el tratamiento que utilicemos. Hay que ver los costes de la instalación, dimensionar la estructura y, a partir de ahí, ver qué empresa puede encargarse de ello. No sabemos cuándo podrá ser efectivo esto, porque es algo a medio plazo que de cara al futuro nos da garantía», señaló Jaray.

Tono Jaray: «No estábamos preparados para esto»

El alcalde de Tarazona, Tono Jaray, apenas lleva tres meses en el cargo y ayer reconoció a este diario que la crisis de salud pública que atraviesa la localidad genera «inquietud» en el consistorio. «Está siendo un estreno intenso, pero esto nos va a servir de entrenamiento para afrontar cualquier situación en Tarazona. No estábamos preparados para esto. Ni nosotros ni nadie, porque es una enfermedad emergente», señaló.

Jaray reconoció la «preocupación y el malestar» que siente la población por esta situación de «incertidumbre», sobre todo «por la molestia» que provoca no poder usar el agua en la vida cotidiana. Estos días han sido varias las personas que le han parado por la calle y le han pedido «explicaciones» de la situación. «Me dicen que ¿cuándo lo voy a arreglar? Ojalá tuviera la respuesta. Lo único que les puedo trasladar es que estamos trabajando para volver a una situación de normalidad lo antes posible», añadió Jaray, que fue de los primeros vecinos de Tarazona que se vio afectado por la gastroenteritis. «Pasé dos días flojo», reconoce. «Estamos trabajando a contrarreloj y acortando ya de por sí todos los plazos de resultados de muestras y pruebas», indicó.

«Lo inmediato pasa por las medidas que ya estamos llevando a cabo de desinfección. Quiero dejar claro que aquí no ha habido ningún fallo humano y que todos los protocolos se han realizado correctamente. El problema es que estamos ante una enfermedad emergente, que no se percibe en las medidas de control ordinarias de agua», explicó el alcalde.

A la pregunta de cuándo volverá Tarazona a beber agua del grifo, Jaray se mostró muy cauto. «No me puedo aventurar a dar plazos porque no lo sé. Lo siento por la población, pero no sé cuándo daremos esto por cerrado", señaló

A la pregunta de cuándo volverá Tarazona a beber agua del grifo, Jaray se mostró muy cauto. «No me puedo aventurar a dar plazos porque no lo sé. Lo siento por la población, pero no sé cuándo daremos esto por cerrado. Hasta que no tengamos la certeza de que el agua está totalmente limpia no se podrá beber», aseguró.

Hasta la fecha no hay problemas de abastecimiento de agua a la población, a quien se le está entregando una garrafa de 6 litros por unidad familiar. «La idea no es dotar al 100% de agua a la población. Somos 11.000 habitantes y por logística no contemplamos los camiones cisterna. Lo más efectivo es el reparto de agua embotellada», reiteró.