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Los padres insisten en que "Caneto no se rinde" y miembros del Departamento visitarán La Fueva el día 21

Las familias se reúnen con la consejera de Educación para "encontrar una solución" porque afirman que los niños "no irán al colegio a Tierrantona"

"Las carreteras son peligrosas", por eso indican que se arregle el problema, que consideran únicamente "administrativo"

Representantes de la Consejería acudirán al municipio "el próximo martes" para seguir avanzando en una "pronta solución" pero que debe hacerse "dentro de la legalidad" e insiste en que el cierre es "por la seguridad de los niños y niñas"

Eva García

Eva García

"Caneto no se cierra", "Caneto no se rinde". Estos han sido algunos de los lemas coreados esta mañana a las puertas de La Aljafería, donde se han concentrado para mostrar su malestar ante el cierre del colegio O Chinebro, al que acudían regularmente 21 alumnos. Esta mañana, por primera vez desde principios de noviembre ha ido el autobús para llevarlos al colegio de Tierrantona, pero ninguno se ha subido porque hoy tenían un viaje más especial. Hacia Zaragoza para pedir seguir en su pueblo. A las puertas dela Aljafería se han concentrado casi medio centenar de alumnos, padres, abuelos y amigos de la escuela.

Versionando la canción de Miliki En el auto de papá, varios niños, subidos a un autobús de cartón, han entonado “En el taxi escolar, nos podemos estrellar, vamos de paseo en un taxi peo, pero sí me importa, te das una torta”.

Coreado por los gritos de ánimo de las familias, Eduard Jubert, ha leído un manifiesto en el que ha señalado la necesidad de defender “los derechos constitucionales de la infancia que han sido vulnerados, la repoblación y el mundo rural”, ya que “no podemos quedarnos sin infraestructuras” y otro, “que tenemos que revertir hoy, el diálogo” porque es necesario para encontrar una solución que satisfaga a las familias.

La jornada de este miércoles, cree Jubert, portavoz de lso afectados, que es un “punto de inflexión” ya que después de mucho pedirlo, han conseguido reunirse con la consejera de Educación, aunque “no sabemos qué situación nos vamos a encontrar”, sin embargo, ha tendido la mano al diálogo aunque “nuestra postura sigue siendo la misma”, que es la apertura desde mañana de la escuela y a partir de las semana que vienen “podamos trabajar de forma conjunta para dejar esta situación cerrada”.

Si no se abre, “no vamos a llevar a nuestros hijos por esas carreteras”, así que solo hay una solución, ha asegurado. “De Caneto no nos vamos a mover”, ha insisitido y ha pedido a la administración que encuentre una solución administrativa, que “es el problema que hay”.

Están dispuesto a “ayudar” en lo que se les reclame pero “es un problema administrativo” y “ellos tienen que solucionarlo".

Sebi Hernández ha asistido a la concentración con sus dos nietos y su hija, que formó parte de la primera escuela de Caneto.  “La escuela se abrió con mucho esfuerzo” y por problemas en origen  han llevado a este cierre tras cinco años funcionando. El informe emitido por la administración “no es real”. Los pequeños no cogerán ese autobús porque supone “mucho peligro porque es una carretera muy estrecha donde el autobús lo tiene muy mal si se criza con un coche, en invierno hay dos vaguadas que se hielan”… y “supone que los niños que están tan felices, se levantan a su hora  y van al cole andando porque está al lado tengan que levantarse a las 7 de la mañana”. Como es un problema “de la administración, ellos deben solucionarlo porque es una escuela que cuida mucho a los niños”.

También Jesús Vaquero ha ido con su nieto. A él lo que más le molesta son “las maneras” porque de repente se ha llevado a las maestras, ha explicado, pero los niños no. Llevan una semana así “sin trasporte” pero además 2no queremos esta solución” porque el colegio en Tierrantona está a una hora de camino por malas carreteras y los niños deben estar en el pueblo donde viven”. Por eso ha incidido es que se trata de “un problema burocrático” porque el terreno parece ser que pone que son prados pero la “solución es que lo legalicen” porque los padres “se están organizando para darles la educación que sea precisa y como muchos tienen titulación, pueden hacerlo”.

Los padres han incidido en que la escuela lleva cinco años abierta “con el apoyo de la administración” y ahora el nuevo Gobierno “nos ha pillado por sorpresa” el cierre y “queremos que se regularice y los niños sigan” en Caneto, ha asegurado Ismael Nasarre, padre de dos niñas. En cuanto a los informes demoledores de los que ha hablado la consejera, ha explicado que “hay otros informes” y se estaba en el camino a regularizar pero “es un procedimiento largo”. Lo que funciona es “un colegio y los niños están en buenas condiciones”, como han visto representantes políticos y el lugartenient del justicia, que han puesto de manifiesto que “son necesarias mejoras pero estando los niños sin peligro” no es necesario el traslado porque supone más peligro. Y por eso reivindican el “derecho a estar allí”.

La consejera de Educación de la DGA, Claudia Pérez Forniés, en la reunión mantenida este jueves con las familias de Caneto.

La consejera de Educación de la DGA, Claudia Pérez Forniés, en la reunión mantenida este jueves con las familias de Caneto. / Gobierno de Aragón

Viaje a La Fueva "el próximo martes"

"¿Quién hubiese sido el responsable si hubiese habido un accidente en el aula de Caneto? Entendemos el malestar de las familias, empatizamos con ellas pero debemos velar por la seguridad de los niños y las niñas". Así se ha pronunciado la consejera de Educación, Ciencia y Universidades de la DGA, Claudia Pérez Forniés, tras la reunión que ha mantenido este jueves con las familias y el Ayuntamiento de La Fueva tras la protesta a las puertas de La Aljafería y el debate en las Cortes por este polémico cierre.

La responsable del departamento les ha prometido que "el próximo martes" miembros de la Consejería acudirán a La Fueva para reunirse con el alcalde y las familias de Caneto "para seguir en el camino de una pronta solución". Esta, según les ha manifestado en su encuentro de este jueves, debe encontrarse "dentro de la legalidad".

Tras la cita, que las familias consideraron de «positiva» porque supuso un «acercamiento» y el inicio de «un diálogo» que hasta la fecha desde la consejería no habían querido iniciar. Ahora, esperan que «la consejera tenga una voluntad regularizar» la escuela, aunque los padres son conscientes de que «esto puede tardar un montón», reconoció Jubert. De hecho, le dan un voto de confianza, porque «se ha abierto una vía», aunque reclaman que se agilicen los trámites.

El martes se verán con miembros del departamento y los niños seguirán en Caneto porque «no van a ir» en autobús a Tierrantona. Esperan una solución a corto plazo porque «si plantean una escuela nueva igual yo no la necesitan». «El transporte no es la solución» y por eso se van a subir al autobús.

Apoyo de Fapar

La Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado de Aragón respalda la existencia de la Escuela de la localidad oscense de Caneto y solicita sea regularizada para poder continuar en su labor educativa. Tras el anuncio del cierre de la escuela de Caneto, decretada por el Departamento de Educación, Ciencia y Universidades que cuenta con 21 niños y niñas y que desarrolla su actividad educativa desde hace cinco años, la Federación manifiesta lo siguiente.

- La existencia de 21 niños y niñas no es una quimera, sino una realidad y esta debe ser tenida en cuenta poniendo en el centro el derecho a la educación que estos niños y niñas tienen.

- La escuela actual requiere de una serie de intervenciones, adecuaciones y permisos administrativos cuya regularización, iniciada en el curso pasado, debe proseguir hasta concluirse y mientras tanto deben arbitrase las medidas excepcionales necesarias que garanticen la continuidad de la actividad educativa en Caneto, evitando el desplazamiento de los 21 niños y niñas.

- La realidad de la España vaciada, a la que pertenece buena parte del territorio aragonés y la recurrente apuesta por la escuela rural, no puede ser un argumentario vacío y manido que sirva solo para ocupar horas de discurso sin que tenga un traslado a la realidad. Y la realidad es que hay 21 niños y niñas en una localidad, que acudían a diario a una escuela que cuenta con los medios necesarios para dicha actividad y que debe ser regularizada administrativamente.

- El cierre de esta Escuela sin que haya mediado la opinión de las familias afectadas, es el ejemplo de cómo no deben adoptarse decisiones. No se puede resolver un problema generando otro mayor, sino buscando la proporcionalidad necesaria que avance en la búsqueda final de la mejor solución. por ello, desde FAPAR, trasladamos nuestra solidaridad y respaldo a las familias afectadas a la vez que pedimos a la consejera de Educación, Ciencia y Universidades que escuche a las familias y ponga toda la voluntad necesaria para mantener la escuela de Caneto abierta, regularizando su situación y evitando el desplazamiento de estos niños y niñas en condiciones climáticas adversas y evitando el abandono de sus familias de la localidad, que iría en sentido contrario al que los discursos políticos se manifiestan sobre el medio rural.