El comienzo del nuevo Gobierno

Los 100 días de Gobierno de Azcón: un ojo en Madrid y otro en Aragón

La reforma fiscal, los presupuestos y los grandes proyectos sustentan los primeros días del Ejecutivo

Solo la presidenta de las Cortes, de Vox, ha robado algo de protagonismo al líder popular

Azcón, en el Senado durante la Comisión General de las Comunidades Autónomas, bromea con el vicepresidente de Canarias, Manuel Domínguez. | EFE / JUAN CARLOS HIDALGO

Azcón, en el Senado durante la Comisión General de las Comunidades Autónomas, bromea con el vicepresidente de Canarias, Manuel Domínguez. | EFE / JUAN CARLOS HIDALGO / sergio h. valgañón

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

Jorge Azcón lloró el pasado 11 de agosto. Aquel día se convirtió en presidente de Aragón y dijo que ya le quedaba «un día menos para dejar de serlo». Ahora le quedan 100 días menos, tras algo más de tres meses dirigiendo el Pignatelli en un momento convulso de la política nacional. Con un ojo en Madrid y con otro en Aragón, Azcón ha presentado presupuestos, anunciado grandes proyectos y afianzado su relación con Vox para marcar la línea de actuación en los próximos cuatro años.

Al líder popular no le ha costado poner la directa en sus políticas y ha firmado tres meses cargados de anuncios y de acciones. La nueva tributación, en busca de acabar con «el infierno fiscal» que el conservador heredó de Lambán según su criterio, marcó los primeros pasos. Deflactar el IRPF, aumentar el mínimo exento de Patrimonio e intervenir en Sucesiones y Donaciones fueron sus primeros pasos, mientras que en paralelo anunciaba la llegada del impuesto a las renovables para el próximo año, herencia también del expresidente socialista. No sale mal parado Azcón con lo que se ha encontrado en el Pignatelli: grandes empresas como Amazon, Microsoft o Lidl tenían sus proyectos muy avanzados y el popular ha puesto la guinda.

Relevo en la presidencia. | ÁNGEL DE CASTRO

Relevo en la presidencia. | ÁNGEL DE CASTRO / ángel de castro

Sí le costó, por contra, apuntalar hasta el último detalle el organigrama de su gabinete, cuyo núcleo duro forman Octavio López, Mar Vaquero y Roberto Bermúdez de Castro. Azcón tuvo su primera crisis con los directores generales de Justicia y Caza y Pesca, por sus comentarios franquistas en redes sociales, que el presidente diluyó amparado en el paso del tiempo. Su otra piedra en el camino fue nombrar a la cara visible del Inaga, para la que no encontraba voluntarios, tras las dudas generadas por el propio PP en campaña sobre la implantación de renovables. Luis Simal asumió la responsabilidad de un organismo que pasará por una comisión de investigación en las Cortes.

El polémico encuentro entre Irene Montero y Marta Fernández. | EFE / JAVIER CEBEOLLADA

El polémico encuentro entre Irene Montero y Marta Fernández. | EFE / JAVIER CEBEOLLADA / sergio h. valgañón

Le siguieron los grandes anuncios, antes de confeccionar los presupuestos. Porque el Plan Pirineos llega hasta el norte de la comunidad con el firme objetivo de renovar el turismo de la nieve. No habrá fondos europeos al estilo de Aliaga y Lambán, pero sí habrá 75 millones para una de las iniciativas de campaña y de trabajo. Junto al transporte sanitario urgente y el centro de emergencias, la reforma para el Pirineo ha cimentado los grandes anuncios de Azcón, solo opacados por la primera guerra entre PSOE y PP tras las elecciones autonómicas.

Chueca, Azcón y Sanllehí, alianza por La Romareda. | ANDREEA VORNICU

Chueca, Azcón y Sanllehí, alianza por La Romareda. / andreea vornicu

Se imaginaba el presidente que su homólogo en la DPZ iba a ser rival durante estos cuatro años, pero no que la batalla se iniciase tan pronto. Sánchez Quero, al frente del último bastión socialista en la comunidad, cerró filas en la operación Romareda y la diputación no participará en la construcción del nuevo estadio. Sí lo estarán el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza, unidos por colores políticos y la conocida sintonía entre Azcón y Chueca. La añoranza mostrada en los primeros días del ayuntamiento, su casa durante las dos últimas décadas, la ha podido mostrar en unos presupuestos muy de la capital, con promesas de 20 millones para La Romareda y para la reforma del Huerva, respectivamente.

Nolasco y Azcón, dos socios en «sintonía» declarada. | ÁNGEL DE CASTRO

Nolasco y Azcón, dos socios en «sintonía» declarada. | ÁNGEL DE CASTRO / sergio h. valgañón

Política nacional

No iba a ser el único cruce entre el conservador y el PSOE en sus primeros días. Porque la política nacional, ese contexto en el que Azcón se mueve mejor que en el territorio, le presentó al líder del PP en la comunidad la oportunidad de ser un fijo en los medios nacionales. El aragonés vio un filón por el que hundir aún más a los socialistas y por el que mostrar al resto de España que con él llegaba un nuevo Aragón. Firme opositor a Sánchez, Azcón ha hecho de «la igualdad entre los españoles», «las comunidades de primera y segunda» y la oposición a la amnistía las tres patas en las que sustentar su discurso. Madrid, a donde ha acudido en varias ocasiones para defender su posición, se ha convertido en su segunda casa y hoy es uno de los barones que más titulares amasa. Las dudas en el PSOE aragonés y la contundencia en su discurso terminan de apuntalar su imagen.

En La Aljafería ha sido donde Azcón ha encontrado a su principal rival mediático. Ni la oposición ni consejeros de peso han logrado quitar tanto protagonismo al líder del Ejecutivo como Marta Fernández, presidenta de las Cortes y la primera cesión del PP para apuntalar su alianza con Vox.

Más allá de las polémicas suscitadas por la propia Fernández o su tenso encuentro con Irene Montero, la presidenta de las Cortes no ha sabido hacerse aún con el control en los plenos. Circunstancia que han aprovechado todos los grupos pero en especial Azcón, acusado de «autoritario» por la oposición. Es ahí, en los debates con sus rivales, donde el presidente ha sacado más rédito del tenso clima para favorecer sus políticas.

Cómodo en el traje de presidente, quitándose vicios de alcalde, Jorge Azcón cierra sus primeros 100 días con los presupuestos listos para entregar y con tranquilidad dentro de su Gobierno, frente a la tormenta fuera. Le quedan cien días menos al frente de la comunidad: la ejecución de sus grandes proyectos, el futuro de La Romareda y su relación con Vox marcarán su legado.