preparativos para las fiestas

El puente anima las compras de regalos navideños

Las tiendas y los centros comerciales se llenan a pocos días del comienzo festivo

A partir de hoy, todos los domingos del mes los locales abrirán al público

Judit Macarro

Judit Macarro

El momento de comprar los regalos para las navidades ya ha llegado a Zaragoza. De lunes a domingo –hoy el primero en abrir de diciembre– el centro se llena de ciudadanos que se acercan para hacer unas «comprillas» antes de volver a casa, tras ver las luces de Navidad. Los centros comerciales como Puerto Venecia no se quedan atrás y sus calles también se llenan de compradores que disfrutan del atrezo festivo mientras sus brazos se llenan de bolsas con regalos. Ayer, al igual que durante todo el puente, hubo retención desde las 17.00 horas en los accesos a Puerto Venecia.

La inflación y la subida de precios, no ha podido parar el espíritu navideño de Almudena quien, cargada hasta los topes, ya ha hecho sus primeras compras. «Me encanta regalar. En mi familia somos muchos y me gusta mirar bien lo que le compro a cada uno», explica la mujer, que continúa su rumbo por el paseo Independencia en la búsqueda de «un jersey para mi madre».

En la misma zona comercial, un grupo de jóvenes recorre las tiendas de ropa para preparar «los outfits» para las fiestas. «Son muchos días de comidas y cenas donde tienes que ir arreglado, ya sea para estar con la familia o con los amigos», menciona Claudia, que está a la «caza» de un vestido con lentejuelas para Nochevieja. Como ellas, muchos de los consumidores que entran en las tiendas se concentran en torno a las mismas prendas donde predomina el brillo, las plumas o las transparencias.

Otro quehacer es el que atañe a los cabezas de familia, que aprovechan el paseo para escuchar muy bien las demandas de sus hijos para Papá Noel y los Reyes Magos. Frente al escaparate de una juguetería , al lado de calle Alfonso I, un padre mira junto a sus hijos el escaparate lleno de juguetes y muñecos mientras los pequeños comunican sus demandas. «¡Yo quiero el estadio del Real Madrid de Lego, papá!», dice el mayor, mientras el pequeño señala todos los cachivaches que le entran por los ojos.