Luces, música y acción para vivir una Navidad «de película» en Zaragoza

La alcaldesa Natalia Chueca ha apretado el gran interruptor que ha encendido la iluminación navideña dando paso a un espectáculo de fuegos artificiales

Judit Macarro

Judit Macarro

Un espectáculo de luces y música iluminó ayer el centro de Zaragoza para dar el pistoletazo de salida a la Navidad. O al menos así fue en la plaza del Pilar, porque en el paseo Independencia un fallo de última hora hizo que la iluminación se quedara a medio centelleo en los primeros minutos del acto (se arregló poco después). Los afortunados que llegaron pronto para coger sitio frente al ayuntamiento pudieron disfrutar de 15 minutos de magia navideña, donde la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, desafió a los 9 grados de temperatura para lucir su traje rojo en honor a la época venidera.

La voz de un tenor, vestido de policía, inició la velada al lento ritmo de Adestes Fideles a las 18.15 horas. Ese momento conquistó el corazón de los miles de zaragozanos presentes y también el de su hija pequeña, aplaudía a su padre mientras le coreaba: «Papá, papá» al acabar la versión musical. Tras él, el coro de Infantes frente al Árbol de los Deseos cantó un par de villancicos tradicionales que hizo retumbar la plaza de aplausos. En ese momento ya quedaba menos para el encendido y los niños, subidos a hombros de sus padres, comenzaban a ponerse nerviosos.

Chueca, acompañada de la nueva alcaldesa infantil, Henar Chinchilla, gritó un: «¡Por fin ha llegado la Navidad a Zaragoza!», mientras deseó unas felices fiestas al público y «a todos los niños que lleváis dentro». 

A ellos les pidió que disfruten «de todas las sorpresas que el ayuntamiento ha preparado por toda la ciudad» estos días. En el discurso también hubo hueco para los deseos de los más pequeños, que la alcaldesa espera «que se hagan realidad en estas navidades de película». Instantes después, Chueca comenzó la cuenta atrás para pulsar el botón mágico que haría brillar el centro de la ciudad, así como el resto de decoración de los diferentes barrios. «Necesito que contéis conmigo. Cinco, cuatro, tres, dos, uno... ¡Cero!», vociferó a una plaza abarrotada. En ese momento, las luces comenzaron a brillar desde las cortinas de guirnaldas amarillas hasta la deslumbrante bola de 12 metros en el extremo izquierdo de la plaza y la nueva iluminación en los diferentes puntos de la ciudad (colocada con una inversión de 700.000 euros).

La magia de los fuegos

La canción Blanca Navidad sonó en los altavoces, pero esta vez en versión moderna con las voces de Morat y Danna Paola. Como colofón final, los fuegos artificiales iluminaron el cielo de color rojo, azul, blanco y dorado durante ocho largos minutos.

Tras el último pum pirotécnico acompañado de un «¡ohhh!» de la multitud, la plaza del Pilar rompió de nuevo en aplausos dando por finalizado el pistoletazo de salida navideño. «¿Te ha gustado cariño?», le preguntó una mujer a su nieto, quien le respondió meneando la cabeza de arriba abajo con una gran sonrisa.

Tras el encendido, el público se repartió por la plaza para disfrutar del mercado navideño, de la noria ecológica, del Snow City o visitando a Papá Noel en su casita, entre muchas otras diversiones navideñas que han preparado para este año en La plaza de la Navidad. Otros aprovecharon para recorrer una calle Alfonso iluminada y abarrotada hasta llegar al paseo Independencia, otro punto clave en la iluminación navideña de Zaragoza.