La Bilateral Aragón-Zaragoza: más capital que nunca

Si no fuera por los escenarios elegidos para su celebración, la Sala de Columnas y la Sala de la Corona del Pignatelli, parecería que la reunión Bilateral entre el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza era una cumbre para cubrir solo los intereses de la capital. De ello han presumido el presidente aragonés, Jorge Azcón, y la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, que celebraron una cita "histórica" que supone "un antes y un después" en las relaciones bilaterales entre las principales instituciones de la comunidad y en la que el consistorio apenas se dejó pelos en la gatera. No ha habido cesiones por su parte. Según el presidente Azcón, porque sus reivindicaciones son "de justicia".

Cambio de dirección hacia el "buen rollo"

El presidente del Gobierno y la alcaldesa de la capital aragonesa han insistido en que el acuerdo entre ambas instituciones supone un cambio de rumbo radical en las relaciones bilaterales entre ambas instituciones y han defendido que marcará "un antes y un después" en las cumbres DGA-Ayuntamiento.

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Han insistido ambos en que la colaboración mutua y la lealtad institucional serán a partir de ahora inquebrantables, pero han obviado recordar que lo complicado es llegar a acuerdos con el diferente. En este caso, la Bilateral ha servido para culminar algunos proyectos que el propio Azcón inició como alcalde. "No es solo una cuestión de coherencia de pedir lo mismo desde una institución y otra, sino de justicia", se ha defendido Azcón, después de que Chueca reconociera que el convenio "responde" a lo que pide el ayuntamiento; sin cesiones. 

70 millones de deseos cumplidos

La dotación económica rubricada es una de las de mayor trascendencia en la historia de las relaciones bilaterales, aunque no todas las partidas se verán en los presupuestos del año que viene. De los 70 millones que presiden el acuerdo, 15 tendrán reflejo en el presupuesto de Zaragoza de 2024 y otros 20 ya los ha puesto la DGA para impulsar los primeros pasos de la nueva Romareda. El resto se incorporarán de forma plurianual en los próximos cuatro años, tanto para la rehabilitación del Huerva como para La Romareda. 

El presidente Azcón se ha esforzado en defender que es un acuerdo que beneficia tanto a Zaragoza como a Aragón, y ha referido que proyectos como la adecuación de las riberas del Huerva "no son un proyecto de ciudad, sino de comunidad autónoma". 

Además, ha dedicado parte de su discurso a explicar que su Ejecutivo destina fondos a la capital y también al resto del territorio, con el aumento de las dotaciones del Fondo Aragonés de Financiación Local (en 1,4 millones, hasta superar los 32); del Fondo de Cohesión (que se multiplica por seis hasta los 19 millones); con la creación de la consejería de Despoblación (con 23 millones de presupuesto) y los fondos contra la despoblación para las provincias de Huesca y Zaragoza con 4,5 millones de partidas. En total, 78,5 millones que casi son equiparables a lo firmado para Zaragoza, además del Fite. 

"Es una enorme irresponsabilidad absoluta querer enfrentar al territorio de Aragón con su capital, que tiene que ser el motor", ha defendido.

La depuración y el vertedero siguen en el debe

Azcón y Chueca han definido la Bilateral como un "punto y seguido", señalando que quedan asuntos por resolver porque "no se puede hacer en cuatro meses lo que no se ha hecho en cocho años". Entre las cuestiones pendientes, todo lo relacionado con la depuración de las aguas, la reclamación del Ayuntamiento sobre la depuradora de La Cartuja o el sellado del vertedero.

Impulso a la vivienda sin fechas ni cuantía

La principal novedad que desencalla una de las grandes polémicas de la última bilateral, la permuta de suelos por el solar de la calle Embarcadero en el barrio de Casablanca deja un reguero de promoción de vivienda de protección de la que, sin embargo, no se concretaron ni fechas ni cuantías. "Cada proyecto tiene entidad suficiente para explicarlos por separado», ha manifestado Azcón.

Más vale un mal arreglo que un buen pleito

Uno de los grandes titulares que deja la cumbre interinstitucional es la renuncia a seguir reclamando en los tribunales lo que no se resolvía por la vía del diálogo. El ejemplo más palpable es que el consistorio desistirá de la judicialización del convenio de económico de la bilateral y se conforma con 9,8 millones de euros en lugar de los 11,6 que pedían por vía judicial. Una «ligera diferencia» que se explica tras analizar qué era imputable a competencias impropios o a fondos europeos.