personas en situación de vulnerablidad

Banco de Alimentos de Zaragoza: "Muchas familias no podrán acceder a las tarjetas monedero"

La entidad atendía con los fondos europeo a unas 14.000 personas, pero con teste cambio se entregarán solo a familias vulnerables con niños por lo que “muchas se quedarán fuera”

Según la Consejería de Bienestar y Familia, serán alrededor de 700 los núcleos beneficiarios

Una entidad recibe cajas para destinar a familias vulnerables en el Banco de Alimentos.

Una entidad recibe cajas para destinar a familias vulnerables en el Banco de Alimentos. / ANDREEA VORNICU

Eva García

Eva García

Las familias aragonesas vulnerables recibían hasta ahora (y lo harán hasta abril) alimentos por parte de dos entidades, Cruz Roja y los Bancos de Alimentos, que recibían fondos de la Unión Europea. A partir de mayo, serán alrededor de unas 700 familias, según estimaciones de la Consejería de Bienestar y Familia del Gobierno de Aragón, las que dispondrán de una tarjeta monedero para comprar productos de primera necesidad en supermercados adheridos.

Esto supondrá que muchas familias se quedarían fuera, ya que hasta ahora, el Banco de Alimentos de Zaragoza atendía por esta vía a 14.000 personas (a través de 38 entidades beneficiarias), la misma cifra que Cruz Roja. Será ahora esta entidad a nivel nacional la que tendrá la concesión directa de la subvención, que pondrá en marcha el programa del Fondo Social Europeo Plus (unos cien millones de euros).

Asegura José Antonio Alfaro, presidente del Banco de Alimentos de Zaragoza, que la entidad lleva 35 años realizando esta labor solidaria pero “ahora no sé cómo lo vamos a hacer”, ya que considera que muchas personas de las atendidas hasta ahora se quedarán “fuera”.

Las tarjetas monedero irán destinadas a familias vulnerables con hijos menores de 15 años que cobren menos del 40% de la renta media (unas 70.000 familias a nivel nacional). La cuantía se fijará en función del número de miembros, y oscilarán entre 130 euros (un adulto y unmenor) y 220 (cinco miembros o más). No se incluyen “viudas, inmigrantes, comedores sociales o jubilados que viven solos”, reconoce Alfaro, que señala que a esas personas “las tendremos que seguir atendiendo nosotros con nuestros recursos”.

Esto supondrá que si actualmente se reparte una media de 134 kilos por persona y año “tocaría a mucho menos”, explica. El presidente del Banco de Alimentos asegura que “nunca ha habido ningún problema” y no entiende el cambio. “Nos ha dejado helados”, señala.

Reconoce Alfaro que en el año 2021 se acordó un cambio de modelo por el que el Estado traspasaba la competencia a las comunidades; una fecha que coincidía con el fin del Fondo europeo y el inicio de uno nuevo que “no se ha implementado”, señala. Será en 2025 cuando las autonomías se hagan cargo.

Ese fondo europeo era una parte importante del presupuesto de los Bancos de Alimentos, pero no es el único que se ha reducido, ya que lo a aportado por MercaZaragoza y los otros fondos a nivel nacional se han reducido alrededor del 30%. Y aún así, desde el Banco de Alimentos han entregado este año alrededor de dos millones de kilos en 2023. “Nuestra gestión de captación se ha mantenido”, explica, porque lo que se ha reducido son las aportaciones de Eruopa , de las que el Banco son “solo distribuidores”. Eso ha hecho que se hayan repartido un total de 3.270.000 kilos, medio millón menos.

Este 2023 “no ha habido leche ni aceite” y han sido desde el Banco de Alimentos los que han tendido que buscar fondos propios y comparla. En la primavera se entregaba un litro de leche al mes a cada beneficiario (unos 24.000) y “actualmente dos”; aunque en este 2024 “se quedará a cero”.

En el Banco de Alimentos realizan dos entregas al año a las entidades. En abril será el primer reparto y “no habrá nada” ya que algunas familias sí tendrán las tarjetas pero “no todas”. Esta asociación entrega los alimentos a las entidades y estas son las que distribuyen a los núcleos, que son los que “tienen una relación personal, ya que saben qué es lo que necesitan y esa relación personal se pierde”, señala.

Además, tanto la administración como la asociación compraba a distribuidores y, sin embargo, las familias lo harán en supermercados determinados y a precio de mercado.

También al Banco de Alimentos les cambiará porque tiene 140 voluntarios y una persona contratada; tienen alquilada una nave y “quizá ya no se necesite”, dice con tristeza, para añadir que salvo España, Malta y Lituania, el resto de países sigue apostando por la entrega de alimentos.

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