El mercado inmobiliario

Vivienda en Zaragoza: El "miedo al impago" hace que la gente sea "más reacia" a alquilar

El sector inmobiliario asegura que la oferta de pisos para arrendar disminuyó en 2023

La situación afecta a los colectivos más vulnerables y dificulta el acceso a la vivienda

Las inmobiliarias aseguran que la oferta de pisos en alquiler en Zaragoza ha disminuido en 2023.

Las inmobiliarias aseguran que la oferta de pisos en alquiler en Zaragoza ha disminuido en 2023. / Andreea Vornicu

Alberto Arilla

Alberto Arilla

Cara y cruz. La nueva ley de Vivienda, que cumplirá un año en vigor el próximo mes de marzo, nació con el claro objetivo de proteger a los más vulnerables y evitar los desahucios a quienes tuvieran esa condición y no pudieran hacer frente al pago de la renta acordada con el propietario. Sin embargo, esa protección parece haber generado un «miedo al impago» que hace que los arrendadores se muestren «algo más reacios» a la hora de poner su piso en alquiler.

Al menos, así lo defienden desde el sector inmobiliario, aunque en el caso de Aragón, dicen, «tampoco es una sensación que se experimente en demasía», sobre todo en comparación con grandes ciudades como Barcelona, pese a que sí es cierto que «se aseguran un poco más a la hora de elegir al inquilino», tal y como afirma Juan Blanco, delegado en Aragón de la Asociación de Expertos Inmobiliarios. «Siempre existe algún propietario que solo quiere alquilar, por ejemplo, a funcionarios, pero de normal no suele haber problema», expone Blanco, quien asegura que, de los candidatos que optan a entrar en un piso, «se suele hacer una pequeña criba, e intentar dar un perfil con garantías a los arrendadores».

Es precisamente en esos perfiles «con garantías» donde los colectivos más vulnerables pueden quedar señalados, propiciando que el acceso a la vivienda se convierta en una tarea más difícil si cabe. Con todo, Fernando Baena, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Zaragoza y Soria (APIS), asevera que la «discriminación no es lo general». «La condición social no influye especialmente si se acreditan los ingresos», añade.

«Los propietarios suelen buscar inquilinos con trabajo fijo, que en el caso de que sean parejas ambos estén ocupados, etc.», asegura por su parte Carlos Alonso, responsable de Tecnocasa en Zaragoza, donde la inmobiliaria cuenta con 35 sucursales, quien explica que, en lo que respecta a su portal, las viviendas en alquiler se han resentido el último año, y muchas de ellas han pasado a estar directamente en venta.

Una oferta que "se resiente"

Así, mientras que en el año 2021 el porcentaje de pisos para alquilar en Tecnocasa era del 21,7% sobre el total ofertado, en 2022 ya se situaba en el 16,95% y, el pasado año, en el 14,61%. En términos absolutos, en diciembre de los dos cursos precedentes, 2021 y 2022, la inmobiliaria tenía en alquiler 118 y 144 pisos respectivamente, mientras que en 2023 tan solo se contabilizaban 77. Además, dos de cada diez viviendas vendidas en Zaragoza el pasado año por Tecnocasa (un 21,19%) habían sido alquiladas anteriormente.

Una coyuntura que agrava la ya de por si alarmante situación de la falta de alquiler en Zaragoza, donde la altísima demanda se enfrenta a una escasísima oferta que hace que los pisos se arrenden a gran rapidez. «En Aragón falta vivienda asequible», remarca Baena, quien explica que, para que un alquiler sea considerado «razonable», se estima que su precio se sitúe en torno al 30% de los ingresos de los inquilinos, lo que no siempre se cumple.

En ese sentido, el último informe de Idealista afirma que, de las viviendas alquiladas por el portal en Zaragoza, un 82% habían sido arrendadas a un precio razonable, un dato que preocupa pero que aún está muy alejado de otras urbes similares en población como Sevilla (40%) o Valencia (17%).