DESLOCALIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN

La DGA rehúsa pagar un tercio de las ayudas a Airtex tras su fuga a Rumanía

La consejería de Economía puede ahorrarse hasta 350.000 de los 812.000 euros que concedió en subvenciones a la empresa al incumplir esta las condiciones de inversión

La compañía cesó ayer la producción de su fábrica de Plaza para deslocalizar la producción entre los lamentos y abrazos de la plantilla

Trabajadores de Airtex, ayer, durante la última jornada de producción en la fábrica de Zaragoza.

Trabajadores de Airtex, ayer, durante la última jornada de producción en la fábrica de Zaragoza. / JAIME GALINDO

El Gobierno de Aragón ha decidido no pagar casi un tercio de las ayudas comprometidas a la auxiliar del automóvil Airtex tras su fuga a Rumanía al entender que ha incumplido las condiciones de ejecución inversora en su fábrica de Zaragoza. La compañía se había adjudicado una suma de 812.415 euros en tres líneas de subvenciones entre 2019 y 2023 para la adaptación de la factoría a la producción del vehículo eléctrico, pero la fuga empresarial protagonizada por la entidad deja la puerta abierta a recuperar al menos 240.000 euros y una parte todavía por cuantificar de un aval recientemente concedido por valor de 110.000 euros.

Así lo aseguran fuentes de la Consejería de Economía, Empleo e Industria del Ejecutivo autonómico, que se muestran «sorprendidas» por la «bajísima» justificación de alguna de las líneas subvencionadas, que no llegan a superar el 50% del importe total otorgado.

De este modo, el departamento del ramo que dirige la vicepresidenta Mar Vaquero se va a escudar en esa baja ejecución para levantar parte de esas subvenciones, ya que el modus operandi consiste en que la mitad se otorga como un adelanto y la otra mitad a los tres años del inicio de la inversión. Así esperan ahorrarse el 50% de dos de las subvenciones que suman 240.000 euros y, en paralelo, recuperar ese primer aval prestado a la última de las ayudas pedidas.

Las citadas fuentes indican que en una reunión con responsables de la multinacional que posee la compañía –First Brands Group– se pidió «honestidad» a la empresa para que devolviera las ayudas que se le habían dado para acometer su inversión y garantizar el futuro de la fábrica. La empresa hizo caso omiso, vienen a decir desde el Departamento de Economía.

La fábrica de Airtex cesó ayer la producción de bombas de agua para automóviles en la factoría zaragozana. Desde el comité de empresa expresaron la «tristeza» que la plantilla mostró en la última jornada laboral, marcada por los abrazos y las lágrimas de los trabajadores. La confianza de la plantilla está en que se pueda recolocar a la misma en otras empresas del sector industrial, que está necesitado de mano de obra. Para eso se recogió en el acuerdo para el expediente de regulación de empleo (ere) un compromiso de contratación de al menos el 65% de los empleados despedidos a través de Randstad.

Dicho acuerdo recogía, tras una larga negociación, un cuantioso despido colectivo para 91 trabajadores de la factoría ubicada en Plaza. Las indemnizaciones pactadas se elevaron hasta los 53 días por año trabajado hasta un máximo de 25 mensualidades primero ofreció 30 días y 22 meses), además de una paga lineal de 7.000 euros y otra de 500 para paliar los efectos de la huelga.

La multinacional se lleva las máquinas

Según ha podido saber este diario, la multinacional poseedora de Airtex, la compañía lleva ya unos días sacando las máquinas de la planta ubicada en la calle Osca de Plaza, rumbo a otras fábricas del grupo.

El sector industrial aragonés cierra así un capítulo negro de su historia reciente, una deslocalización tan traumática como la que protagonizó Schindler (dueña de Giesa) hace apenas un lustro. Para que no se repita, explican desde la consejería de Economía, se está trabajando en una ley de arraigo empresarial que afiance en el territorio a las compañías que invierten en tierras aragonesas. 

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