LA SITUACIÓN DE LA VIVIENDA

Más de 1.700 edificios de Aragón cuentan ya con su propio 'historial clínico'

La mitad de 990 construcciones analizadas inscritas en el Libro del Edificio Existente tiene alguna deficiencia 

En la comunidad "falta cultura del mantenimiento preventivo", afirma un experto en la materia 

Imagen aérea de la ciudad de Zaragoza, en la que existen más de 40.000 edificios diferentes según el Instituto Nacional de Estadística.

Imagen aérea de la ciudad de Zaragoza, en la que existen más de 40.000 edificios diferentes según el Instituto Nacional de Estadística. / Ángel de Castro

Iván Trigo

Iván Trigo

Más de 1.700 construcciones en Aragón cuentan con su propio Libro del Edificio Existente, un registro similar al historial clínico de las personas en el que consta el estado de salud de los inmuebles y todas las reparaciones y obras a las que han sido sometidos. Constar en este registro, que nació en 2022, no es obligatorio, si bien los fondos europeos financian este tipo de inspecciones para mejorar la conservación de los edificios.

Ahora, un estudio elaborado por la Oficina de la Rehabilitación del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Zaragoza que se presentará en un congreso internacional de edificación en Ibiza, ha analizado 990 edificios de Aragón que cuentan con este libro. Y según explica el director gerente del colegio, Lucio de la Cruz, del total, el 45,5% presentaban un estado favorable.

Además, el 32,2% de los edificios analizados tenía algún tipo de deficiencia leve, lo que no les impide pasar el corte que clasifica el estado de las construcciones entre favorable y desfavorable. Por el contrario, el 20% de los edificios que constan en este estudio presentaban un estado desfavorable "con deficiencias severas", mientras que el 2,3% tiene "deficiencias muy severas".

"Esto no quiere decir que se vayan a venir abajo. Es muy difícil que un edificio colapse por la forma en la que se comportan las estructuras –explica De la Cruz–. Las deficiencias severas son, por ejemplo, grietas en las albardillas que pueden hacer que caiga algún cascote a la calle y dañar a alguien".

Conforme a este estudio, "más de la mitad de los edificios analizados tienen que hacer algún tipo de reparación en mayor o menor medida. "El problema es que en España no tenemos una cultura de mantenimiento preventivo cuando se ahorra más dinero haciendo revisiones y detectando deficiencias que reparándolas cuando ya son graves", comenta De la Cruz.

Un registro no obligatorio

El registro en el Libro del Edificio Existente no es obligatorio en Zaragoza, puesto que según las ordenanzas municipales en la capital aragonesa, son los edificios de más de 50 años los que tienen que someterse a un análisis por parte de un experto colegiado. Estos estudios son las Inspecciones Técnicas de Edificios (ITEs), que pueden resultar favorables o desfavorables, pero no se incluyen tipos ni graduaciones en las deficiencias que se detectan.

En total, la capital aragonesa cuenta con alrededor de 40.000 edificios. Entre enero y noviembre del año pasado, el ayuntamiento de la capital aragonesa tramitó 770 expedientes de ITEs, de los cuales 741 se resolvieron como favorables. Es decir, un 93% de los inmuebles no presentaba deficiencias problemáticas.

No obstante, De la Cruz opina que el sistema de ITEs que se usa en Zaragoza para velar por la seguridad de los edificios se ha quedado anticuado. "Lo que se suele hacer cuando un edificio tiene deficiencias es no presentar la ITE, de ahí que la mayoría de las que se tramitan sean favorables", cuenta el experto. "De ahí que el Libro del Edificio Existente sea una herramienta mucho más útil, porque ahí constan desde los materiales utilizados en su construcción, su reacción frente al fuego, así como todas las obras de rehabilitación que se hayan acometido. Es como el historial que tiene un médico de cada uno de sus pacientes", explica.

ITEs "anticuadas"

Con la tragedia del incendio en Valencia, la seguridad de los edificios se ha puesto sobre la mesa. Pero estas Inspecciones Técnicas de Edificios (ITEs), al ser obligatorias para los edificios más antiguos, construidos sin los materiales que se utilizaron en el edificio calcinado en la capital del Turia, no sirven para detectar qué inmuebles pueden estar sometidos a un riesgo similar.

No obstante, desde el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Zaragoza llaman a la tranquilidad. "En nuestra comunidad, ese tipo de fachadas ventiladas con materiales peligrosos –similares a la del edificio de Valencia– tuvieron muy poca incidencia", explica Lucio de la Cruz. No obstante, el Ayuntamiento de Huesca y también el de la capital aragonesa van a iniciar "un proceso de análisis y diagnóstico en profundidad" para identificar edificios con revestimientos de materiales inflamables, lo que no quiere decir que sean ilegales y tengan que retirarse, puesto que la normativa en materia de construcción no se puede aplicar con carácter retroactivo.

"En el Libro del Edificio Existente sí que se analizan los materiales utilizados, lo que puede servir para que los vecinos tengan constancia de la presencia de algún peligro y actuar en consecuencia", añade el director gerente del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Zaragoza. 

El Casco de Zaragoza, el distrito con edificios en peor estado

Entre los años 2007 y 2022, el Ayuntamiento de Zaragoza tramitó 13.362 expedientes de Inspecciones Técnicas de Edificios (ITEs), de los cuales 12.853 fueron favorables (el 96,1%) y solo 509 desfavorables. De estas últimas, más del 23% se concentran en el barrio del Casco Histórico de la capital aragonesa, con 121 en total.

En este distrito zaragozano, entre 2007 y 2022, 1.501 edificios tuvieron que someterse, por su antigüedad, a una ITE, una cifra abultada que se debe precisamente a que este barrio es uno de los más añejos de la ciudad. Pero fue Delicias , el distrito más grande, en el que más inspecciones de este tipo tuvieron que realizarse, con un total de 2.092 inmuebles. En este caso, 2.022 (el 96,6%) fueron favorables al no detectarse deficiencias en las construcciones.

En otros barrios tradicionales el porcentaje es similar. En Las Fuentes, de las 521 inspecciones, solo el 7,2% fueron desfavorables. Y en San José el porcentaje baja hasta el 5,5%.  Solo tres distritos de Zaragoza consiguieron hacer un pleno de ITEs favorables con respecto a las construcciones inspeccionados: Actur-Rey Fernando (con 87 edificios); Juslibol (con 43); y Valdespartera (con uno). 

Dos de cada tres inmuebles se construyeron antes de 1980

Aragón es la tercera comunidad autónoma en España con el parque de viviendas más antiguo, ya que la edad media de los edificios de Zaragoza y Teruel data del año 1975 y los de Huesca de 1988. Esto conlleva algunos problemas y, más allá de la comodidad, la poca eficiencia energética de los pisos es el principal. La comunidad cuenta en total con un parque de más de 300.000 edificios. De ellos, dos terceras partes (200.000) son anteriores a 1980, lo que supone que no disponen de aislamiento térmico. El 80% de las viviendas en la comunidad tienen una calificación energética E, F y G, los niveles más bajos de la escala de certificación.

La falta de accesibilidad es otro de los problemas derivados de la antigüedad de los domicilios. En Zaragoza, por ejemplo, de las 328.500 viviendas que hay en la capital, el 60% se construyeron antes de 1980. Del total, 59.900 (el 18,23%) están en edificios de tres o más pisos que no disponen de ascensor, lo que supone una gran dificultad para muchos vecinos. En Aragón, cerca de 58.000 personas necesitan ayuda para salir de casa por problemas de accesibilidad. Con respecto a la tipología de los domicilios en la comunidad, la mitad son viviendas unifamiliares. 

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