CONTRACORRIENTE | ENRIQUE SÁNCHEZ Profesor del ajedrez del Marcos Frechín

"La película pasará y seguiremos siendo los mismos"

La historia del Marcos Frechín de ajedrez, ganador del Campeonato de España escolar por equipos en 2018, ha servido de inspiración para Nacho García Velilla en Menudas Piezas, estrenada en cines hace una semana con un gran éxito en taquilla

Enrique Sánchez, profesor de ajedrez del Marcos Frechín de Zaragoza

Enrique Sánchez, profesor de ajedrez del Marcos Frechín de Zaragoza / Miguel Ángel Gracia

Enrique Sánchez es la cara más reconocible del Marcos Frechín de ajedrez, club en el que lleva 40 años entrenando a niños y niñas de todas las edades, directamente vinculado al colegio público que le da nombre en el barrio de Las Fuentes de Zaragoza y, tras la pandemia, con sede en El Picarral. En 2018, ganaron el campeonato de España escolar por equipos con los únicos cinco chicos que tenían en ese momento para una competición de ese calibre -Leo, Anahí, Catalin, Alberto Rosu y África-, un hito que sirvió de inspiración al director Nacho García Velilla y que plasmó en la película Menudas Piezas, estrenada el pasado viernes 12 de abril con un sobresaliente éxito de taquilla.

PREGUNTA. ¿Qué le ha parecido la película?

RESPUESTA. Me ha gustado. Fui a ver la película sabiendo que se había inspirado en nuestra historia, pero que era muy diferente. Es una historia agradable. Te ríes y, a renglón seguido, casi se te escapa una lágrima. Es algo muy meritorio, porque me parece difícil de conseguir. Tiene otros detalles, como la música de Amaral, las imágenes de Zaragoza o los créditos de finales con nuestros entrenamientos de entonces.

P. ¿Ha llamado mucha gente a la puerta del Marcos Frechín aprovechando el tirón de la película?

R. Con Gambito de Dama sí hubo una cantidad de gente que, de repente, quería hacer ajedrez, pero en este caso no. Igual está todo muy reciente y es una ola que viene luego.

P. ¿Qué acogida ha tenido la película de puertas adentro en el club?

R. A nadie le desagrada un dulce, pero no ha habido ni una palabra rimbombante. Sí hablamos de anular los entrenamientos el día del estreno para ir a ver la película, pero como dos días después teníamos el campeonato de Aragón, al final no lo hicimos. Como club, somos humildes. ¿Estoy orgulloso de habernos quedado campeones? Sí, pero me produce más orgullo tener el club que tenemos y ver dónde hemos llegado solo con nuestra cantera. No vamos buscando niños, los formamos, como venimos haciéndolo desde hace 40 años. Traslada ese modelo a otros deportes. La gente puede sentir cierto orgullo ser del Frechín, pero no va pregonándolo ni haciendo a nadie de menos. La película no ha servido para subirnos el ego. Dentro de dos días la película habrá pasado y seguiremos siendo los mismos.

"¿Estoy orgulloso de habernos quedado campeones? Sí, pero me produce más orgullo tener el club que tenemos y ver dónde hemos llegado solo con nuestra cantera"

P. ¿Cuál es el recuerdo más especial que le queda de aquel campeonato de España?

R. Varias. Una fue en la quinta ronda, en la que nos tocaba contra un equipo navarro entrenado por el Gran Maestro Jesús de la Villa. En el tablero 2 sorprendieron a Anahí con el Gambito Kholmov, perdiendo una pieza en la apertura. Tenía la sensación de que nos habíamos jugado el campeonato. Salí de la sala y me fui a rezar. Catalin ganó, Rosu ganó y Leo perdió. Solo quedaba el tablero de Anahí. Consiguió hacer tablas después de jugar con 3 peones por pieza y ganamos ese duelo.

Ya en la última ronda, el equipo rival llevaba a un chico en el primer tablero que había ganado todas las partidas y muchas veces muy rápido. Le pedí a Leo [primer tablero del Marcos Frechín] que necesitaba que su partida fuese muy lenta. El resto ganaron y solo quedaba su partida, en la que tenía un peón de ventaja y mejor reloj. Su rival le ofreció tablas y me preguntó qué hacer. Él quería jugar. Ya éramos campeones, así que estaba bien que le diese tablas y que, al menos, ese chico se fuera con la satisfacción de quedar invicto. Ganamos 3,5 a 0,5.

Enrique Sánchez, profesor del Marcos Frechín

Enrique Sánchez, profesor del Marcos Frechín / Miguel Ángel Gracia

P. ¿Fue una victoria épica por todos los condicionantes que rodearon al campeonato?

R. Nosotros no lo percibíamos así. Solo tenía a estos cinco chicos, pero yo les decía que era muy difícil que otro colegio tuviese un equipo como nosotros, con un bloque tan fuerte. Jugaban sus partidas con la tranquilidad de saber que era muy difícil que ganaran al de al lado. Sí es cierto que éramos los quintos del ranking, pero había 8 o 9 equipos que nos podían ganar. Fue el año más duro de los que fuimos y, de hecho, disputamos la última ronda contra los sextos en el ranking. ¿Por qué lo ganamos? Suerte, Dios lo quiso así.

P. La historia entonces ya era de película

R. Lo normal hubiera sido que pasara lo que pasó, que llegamos a Zaragoza y no ocurrió nada. Éramos un equipo que no era favorito y contra pronóstico queda campeón; no pasó nada y, contra todo pronóstico, Jorge Benítez, de El Mundo, se fijó en nosotros, nos glorificó y todo se multiplicó. Y cuando todo terminó y pasaron los años, viene Nacho García Velilla, nos hace una película y nos inmortaliza. Es demasiado churro todo, ¿no te parece?

P. ¿Fue más importante la preparación ajedrecística o la psicológica?

R. La preparación técnica comienza cuando están en primero. No es como en la película, que los coges y en cuatro días te vas al campeonato de España y te quedas campeón, encima comenzando perdiendo. Eso no pasa, si empiezas mal no hay remontadas. Es un trabajo muy largo. Llevamos 40 años sacando equipos muy potentes, aunque no ganáramos. Estos cinco chicos no eran los mejores que he tenido, pero tenían una ventaja que no tuvieron otros: solo estaban ellos. Cada vez que jugaban una partida yo se las analizaba. Pero además venían de jugar en Primera. Se quedaron penúltimos y el equipo descendió pero, al estar acostumbrados a jugar con gente de ese nivel, cuando se enfrentaban a niños era muy fácil. La preparación técnica está ahí, torneo a torneo, día a día.

P. En ese reportaje de El Mundo usted pronuncia una frase que se reproduce en la película: “Delante del tablero somos iguales”. Buena lección de vida, ¿no?

R. El contexto de aquello es que puedes vivir donde te dé la gana, estudiar en un colegio elitista o provenir de una familia con un poder adquisitivo mucho mayor, pero lo que importa es la preparación. Cuando salíamos a jugar, lo hacíamos sin ningún complejo. El resto de equipos nos tenían mucho respeto porque sabían que éramos muy duros.

P. Usted es un convencido del ajedrez como herramienta pedagógica, ¿qué transferencia de aprendizajes hay hacia otras facetas de la vida?

R. No se puede medir. Conforme vas jugando y practicando vas aprendiendo cosas, adquiriendo recursos y potencialidades, tanto intelectuales como de tipo psicológico. Los niños que juegan al ajedrez están entrenando su mente, su capacidad de concentración, y eso se extrapola a sus estudios, a su vida.

Enrique Sánchez, del Marcos Frechín

Enrique Sánchez, del Marcos Frechín / Miguel Ángel Gracia

P. ¿Es diferente el impacto en adultos?

R. Está claro que lo que mamas de pequeño te queda para siempre, pero también le va a valer al que se acerca más mayor. Por ejemplo, uno de nuestros entrenadores, Ricardo Jario, alguna vez me ha dicho que le ha servido para tomar buenas decisiones en situaciones de estrés. El ajedrez te enseña a ser paciente, porque después de hacer una jugada tienes que esperar al rival. Eso ha desaparecido de la vida. También te ayuda a ponerte en la piel del otro; si no comprendes a tu rival te va a castigar. Y te obliga a ser responsable. Aquí no hay un árbitro al que echarle la culpa, no hay barro… el ajedrez es un deporte muy duro. Puedes hacer 30 jugadas buenas y si haces una mala puedes perder y te llevas un 0. No puedes bajar la guardia.