Día de Aragón

Contracrónica del Día de Aragón en las Cortes | Dos himnos y un jazz a un ritmo desacompasado

El Día de Aragón concentró a medio millar de personas en La Aljafería para rendir homenaje a la gran fiesta de la comunidad y atender al primer discurso de Azcón y Fernández como máximas autoridades. Alguna que otra cara extraña completó una jornada muy institucional, pese a algún patinazo

Imagen de la actuación de b vocal, a mitad del acto, con los joteros y Jorge Azcón al fondo.

Imagen de la actuación de b vocal, a mitad del acto, con los joteros y Jorge Azcón al fondo. / Jaime Galindo

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

En días de celebración, casi tan importante es el escenario como las bambalinas. El Día de Aragón reunió a más de quinientos asistentes que asistieron a la puesta de largo de Jorge Azcón y Marta Fernández, en su estreno sanjorgiano, y a los reconocimientos de Javier Lambán, César Trillo, Salma Paralluelo y la Policía Nacional. De todo, como en botica.

Tan aragonés salió el día que a buen ritmo entraban protagonistas e invitados en La Aljafería, huyendo tras la muralla de ese cierzo que se vive en Aragón casi cada semana del año. Más fresco que frío, en honor a la verdad, en una jornada con tímidos rayos de sol al mediodía y por la que más de uno tuvo que recoger pronto el abrigo de las sillas. Con el paso del tiempo, y de las croquetas y el vino del aperitivo, ya no había que preocuparse tanto por las temperaturas. Antes de que los corros juntasen a amigos, conocidos, propios y extraños, una gala de poco más de dos horas de duración que según a quien se pregunte se hizo larga, amena, poco aragonesa o muy autonomista. Para gustos, colores.

No entró del todo bien el cambio de tercio –este martes acababa la feria taurina de San Jorge– que supuso la actuación de b vocal a mitad de la jornada. Abrieron plaza, por seguir con el símil, la Policía Nacional y la presidenta de las Cortes, Marta Fernández, en el contexto de la medalla que entregaba el Parlamento autonómico. Reivindicado el papel de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la segunda máxima autoridad de Aragón confundió en algunos párrafos de su discurso la institución que representa con el partido, la ultraderecha de Vox, que le llevó hace ya casi cinco años a ocupar un escaño en La Aljafería. Porque la critica velada al devenir del Gobierno central se hizo desde la elegancia compartida de Lambán y Azcón, pero la idea de Fernández quizá traspasó alguna frontera. Al menos consiguió arrancar una sonrisa cómplice al condecorado Lambán, atribuyéndole cuatro años más de Gobierno, desde 2011 en vez desde 2015. Rio el expresidente, dejando claro que con dos legislaturas ya había tenido suficiente para dejar huella en la comunidad.

Tras la crítica de la presidenta de las Cortes al buen resultado de EH Bildu en los recientes comicios vascos, b vocal puso la nota musical durante varios minutos que resultaron extraños para muchos. El cambio, de una soflama tan política a una música que mezclaba canciones de siempre con jazz, dejó gestos extraños en los rostros de más de un asistente.

Cerró el presidente y tras él un himno de España que, desde los últimos años de Lambán, volvió a componer la 'playlist' del Día de Aragón, pese a que no todos compartan su presencia. Lo mismo que se corrió para guarecerse del frío se hizo en busca del aperitivo, colofón final de una jornada de estrenos, emociones y sentimiento. Una fiesta más, un año más.

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