Medio Ambiente

El PSOE considera que el nuevo decreto de caza de ciervos crea "una escuela de furtivismo y economía sumergida"

El diputado Ángel Peralta critica la orden de Agricultura que libera las condiciones de caza, sobre todo en la zona de los Montes Universales

Los socialistas instan al Gobierno de Aragón a entablar negociaciones con los ayuntamientos de la zona y mejorar las ayudas a los agricultores

El diputado socialista Ángel Peralta, este lunes durante su rueda de prensa.

El diputado socialista Ángel Peralta, este lunes durante su rueda de prensa. / PSOE ARAGÓN

S. H. V.

El Grupo Parlamentario Socialista ha pedido al Gobierno de Azcón que rectifique el decreto de la caza de ciervos en los Montes Universales, en la Sierra de Albarracín, porque se está convirtiendo “en una escuela de furtivismo y de economía sumergida”, según ha asegurado el diputado socialista, Ángel Peralta.

Al mismo tiempo, el propio Peralta ha solicitado que se entablen negociaciones con los ayuntamientos y se compense mejor a los agricultores, incrementando la ayuda de 175 euros actual por hectárea a 250 euros. Peralta ha presentado varias preguntas en este sentido en las Cortes de Aragón, para que el Gobierno de Aragón aclare la situación y explique si esta iniciativa la va a mantener en el futuro ante los efectos negativos que genera.

Además, los socialistas consideran que "la medida actual genera un problema sanitario porque es carne que entra en el mercado negro sin controles sanitarios. Un cazador puede matar seis o siete ciervas, preparar las canales, venderlas a un empresario de la economía sumergida y esa carne entra en el mercado sin ningún control".

Peralta ha considerado necesario reducir la población de ciervos por los daños en los cultivos que se están produciendo, pero ha puntualizado que permitir la caza sin control “alimenta el furtivismo, genera un problema sanitario y fomenta la economía sumergida e ilegal”,  ya que los agentes forestales no pueden hacer un seguimiento exhaustivo de la medida, no se conoce con exactitud el número de ciervos abatidos y los ayuntamientos se ven perjudicados con una medida que no beneficia al territorio. “Deberían aumentarse las batidas, desde luego, pero controladas, tal y como se hacía antes, porque ahora se genera también un problema sanitario”, ha añadido.

Además el Grupo Parlamentario Socialista ha registrado una solicitud de información para conocer el informe realizado sobre Montes Universales, si se sabe el número de ciervos abatidos, las formas de control, los efectos, las previsiones y compensaciones a agricultores y ayuntamientos.

Ángel Peralta ha insistido en la necesidad de que el Gobierno de Aragón hable con los ayuntamientos afectados y también con las empresas turísticas que se ven perjudicados por una medida unilateral. Al mismo tiempo, ha solicitado que clarifique las competencias entre departamentos, ya que la medida la ha emitido el Departamento de Agricultura y los APN que deben controlar pertenecen al Departamento de Medio Ambiente “con lo que existe una evidente disfunción”, ha precisado.

Hasta el pasado 9 de mayo, el Gobierno de Aragón informó que se habían abatido un total de 199 ciervas en la primera semana en la que entró en vigor la resolución. No obstante, es muy difícil conocer con precisión una medida que carece de control por parte de la administración, ha indicado el diputado socialista.  

La polémica medida

Hay que tener en cuenta que el Departamento de Agricultura publicó el pasado cuatro de abril una resolución por la que se modificaba el plan anual de aprovechamiento cinegético de la Reserva de Caza que levantó una controversia entre los ayuntamientos, empresas turísticas y los cazadores.

La resolución permite cazar fuera de la época permitida para reducir la población de ciervas. La medida concluye el 2 de junio y permite cazar día y noche y se establecen permisos por turnos para un plazo de tres días consecutivos, sin ningún tipo de control.

Hasta la fecha, en la temporada de verano eran los guardas de la reserva los que sacrificaban las hembras para evitar la superpoblación, la carne se sacaba a subasta y los beneficiados eran los trece municipios, hasta el punto que en los cinco últimos años los ingresos para estos ayuntamientos se han elevado a 150.000 euros.