Hacienda

El Gobierno de Aragón se resiste a retirar el impuesto a las renovables pese a la falta de acuerdo

El runrún entre los grupos políticos es que la posibilidad de eliminar el dictamen del orden del día gana enteros

El Ejecutivo mantiene que, en principio, la idea es no retirarlo, aunque no descarta un aplazamiento a la próxima sesión

Un instante de la votación en la comisión de Hacienda del pasado lunes.

Un instante de la votación en la comisión de Hacienda del pasado lunes. / Cortes de Aragón

A vueltas con el impuesto a las renovables. Tras el caos en el que se sumió la comisión de Hacienda el pasado lunes, con el artículo 17 del proyecto de ley, el que grava a la energía solar, en el aire, ahora la sensación es que la opción de retirar el dictamen del orden del día del pleno del jueves gana enteros. Con todo, fuentes del Gobierno mantienen que, en principio, no se retiraría, sino que, de no haber acuerdo, se podría aplazar a la próxima sesión. Una opción que retrasaría la aprobación de la norma, que debería volver a debatir alguno de sus escollos más polémicos para poder salvarse y, ahora sí, llegar a la votación con el compromiso de los grupos implicados para sacarla adelante.

En ese sentido, la práctica totalidad de los grupos admite que existen negociaciones para salvar los dos artículos más complejos. Por un lado, el ya citado 17, al que se añadió el pasado lunes una nueva transacción, lanzada por PP y PAR. La intención de los aragonesistas era reformar una de sus disposiciones para así conseguir que lo recaudado tuviese un mayor intacto en el territorio. Sin embargo, dicha transacción no fue admitida, por lo que el PAR se mantuvo en una negativa ya expresada en la ponencia.

Mientras, el PSOE, que tampoco reconoce avances en las conversaciones con el grupo popular, quiso incluir una enmienda similar, pero la oposición rechazó las formas y todo quedó tal y como estaba. Este controvertido apartado iba a ser solventado por el PP gracias a la abstención socialista, que finalmente rechazó e hizo caer el artículo, ya que el resto de formaciones políticas se mantuvieron en el no. Una votación que fue errónea, tal y como reconoció el grupo socialista por escrito posteriormente, anunciando que su idea pasaba por regresar a sus intenciones iniciales, que eran la de abstenerse.

El segundo epígrafe con mayor carga de complejidad es el 14, que fijaba las exenciones a la fotovoltaica. En un principio, el PSOE iba a votar en contra, pero el mismo error que el cometido con el artículo anterior se tradujo una abstención, que también será corregida en caso de que finalmente el proyecto de ley llegue a pleno. Y es que el artículo 14 también podría caer si el socio del Ejecutivo de Azcón, Vox, sigue en su posición contraria, aunque la ultraderecha insiste en la unión en el seno de Gobierno. En este y en otros asuntos.

Es por todo lo anterior no se descarta, en absoluto, retirar del orden del día del pleno la votación de este impuesto. Una decisión que tendría su lógica, ya que podría renegociar los epígrafes más controvertidos e incluir en una ponencia las transacciones necesarias para poder sacarlos adelante. Ese es el runrún que preside en estos momentos el arco parlamentario, que se mantiene expectante para ver si se produce, o no, dicha retirada, cuestión que podría ser inminente, a no ser que haya un avance con los grupos implicados.

En cualquier caso, existen otras dos opciones, en el caso de que decida mantener el dictamen votado en la comisión de Hacienda del pasado martes. La primera, llevarlo al pleno sin votar el artículo 17, reduciendo a cero los ingresos por la energía fotovoltaica. La segunda, con un voto particular que permitiese recuperar el mencionado artículo tal y cómo salió del Consejo de Gobierno. El tributo entonces tenía un mayor porcentaje y calculaba unos ingresos de ocho millones, en vez de los seis decididos al final. Y se deberían votar también las enmiendas, por lo que ahí podría estar la clave para completar el impuesto al gusto definitivo.

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