Casi el 24% de los aragoneses cuenta con un seguro sanitario personal

La sanidad privada va ganando terreno y supone una parte significativa del sistema sanitario en la comunidad. En Aragón, casi el 24% de la población cuenta con un seguro personal (en la provincia de Zaragoza roza el 25%, con 238.543 asegurados; en Huesca son un 22,3%, con casi 50.000; y en Teruel, un 17% y algo más de 23.500 personas). A nivel nacional, son más de 11 millones. La sanidad privada es el 3% del PIB nacional y en ella se da el 30% de la actividad sanitaria. Hay que tener en cuenta que los funcionarios se acogen como mutualistas a las aseguradoras privadas, que «es su Seguridad Social».

En cuanto a los profesionales, solo en Zaragoza están colegiados 2.271 (hay 6.061 en total) que trabajan en la privada y casi el 73% (1.653) de estos lo hacen solo en este ámbito; el resto la compaginan con la pública (618) siempre «sujetos a lo que marca la legislación». A nivel nacional son 66.000 trabajadores, el 23% de todos los médicos colegiados de España.

Para analizar su problemática, más de un centenar de sanitarios se reúnen este viernes y sábado en Zaragoza (en el Paraninfo de la Universidad), en un encuentro organizado conjuntamente por el Colegio de Médicos de Zaragoza y el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos. «Con estas dimensiones, hay que tener en cuenta que tiene su propia estructura en cuanto a tecnología, instalaciones, consumo de recursos, pero también respecto a los propios profesionales, que son el alma mater de la profesión», explica Javier García Tirado, presidente del Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza.

Señala que en el conjunto de la sanidad privada hay tres pilares, los pacientes y profesionales, los proveedores de recursos (clínicas e instalaciones) y el grupo de aseguramiento, que es el que «ejerce la intermediación entre el paciente y el profesional»; que incluyen la atención a los funcionarios.

En la jornada se tratará la problemática del sector tanto para los profesionales como para los proveedores, ya que puede tener consecuencias e «ir en detrimento de la calidad de los pacientes», asegura. En los últimos años, se ha dado un importante incremento de contratación de pólizas y eso provoca que también en el privado «aumente la demora y la lista de espera para la atención y las pruebas diagnósticas», dice García Tirado. Además, otro de los aspectos a abordar es la remuneración de los profesionales, ya que las aseguradoras «ofrecen pólizas a precios muy baratos y lo conjugan en base a la remuneración de los profesionales»; ya que como hay mercado de libre competencia, «no se pueden establecer baremos». 

Mayor capacidad asistencial

Al igual que en la sanidad pública, existe un déficit de profesionales, «casi en las mismas especialidades». En cuanto a condiciones laborales, señala que las diferencias se dan sobre todo en «la flexibilidad de horarios», que no se da en la pública «y eso también lo valoran los profesionales».

Para el presidente del Colegio de Médicos de Zaragoza la sanidad privada «no es una amenaza, sino que es una opción», ya que la colaboración entre ambos ámbitos es esencial; y también tienen un objetivo común: «atender a las personas y que se dé la mejor atención a cada persona en función de las posibilidades de cada uno». 

«La sanidad privada tampoco puede morir de éxito», señala, y si crece debe «acompañarse de una mayor capacidad asistencial» porque sino podría darse «un colapso similar al que se da en la pública». Para evitarlo, «hay que incrementar los recursos y la oferta de consulta y hospitalización». Ya que si la sanidad privada desaparece, la situación «sería inasumible para la salud pública».

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