Proyectos estratágicos

Aragón se empodera con la energía: la nueva economía multiplicará el consumo eléctrico

Los grandes inversores solicitan 3.000 megavatios para los consumos electrointensivos como la gigafactoría de Stellantis y los centros de datos de Amazon y Microsoft, lo que podría revertir el tradicional trasvase de luz al exterior

Instalación de autoconsumo en la planta de Stellantis en Figueruelas, en la provincia de Zaragoza.

Instalación de autoconsumo en la planta de Stellantis en Figueruelas, en la provincia de Zaragoza. / SERVICIO ESPECIAL

Aragón ha vivido en los últimos días su particular semana fantástica, con anuncios de inversiones milmillonarias que prometen cambiar el centro de rotación de la economía autonómica. La ampliación de los centros de datos de Amazon Web Services (AWS) y el atisbo de la gigafactoría de baterías de Stellantis en Figueruelas –aunque pendiente de su ratificación– son el colofón al torrente de proyectos empresariales que se han ido desplegando en los últimos años. En la génesis de esas grandes iniciativas todos los caminos confluyen en la energía, el factor común y determinante que ha llevado a multinacionales e inversores a elegir este territorio como destino por el enorme potencial que tiene en generación renovable. Los planes que hay hoy sobre la mesa y los que están por venir son de tal magnitud que la comunidad puede incluso dejar de ser excedentaria energéticamente hablando en un futuro próximo. Así ocurrirá ante la previsión de que el consumo local de luz llegue a multiplicarse hasta por seis en la próxima década.

El dinamismo inversor que vive Aragón está teniendo su reflejo en el engranaje del sistema eléctrico nacional, donde la comunidad siempre ha jugado un papel clave desde el punto de vista de la producción. Ahora también lo puede tener en el lado del consumo, lo que corrobora que la energía es un factor de atracción de inversiones.

La reciente publicación del listado de solicitudes de acceso de demanda a las redes de transporte y distribución de Red Eléctrica en los nudos con tensión superior o igual a 220 kilovatios (kV) ha puesto de manifiesto que en la comunidad hay cerca de 3.000 megavatios (MW) solicitados para consumos electrointensivos. Supone el 35% del cupo requerido en el conjunto de España.

Las peticiones corresponden a algunos de los grandes proyectos conocidos esta semana y en los últimos meses, como los tres campus de datos que Microsoft quiere levantar en el polígono PTR de Zaragoza, en el de Centrovía de La Muela y en Villamayor de Gállego. El gigante tecnológico ha demandado, al menos, una capacidad de acceso de 900 MW –300 para cada emplazamiento– en los nudos eléctricos de Montetorrero, Plaza II 220 y Peñaflor.

Esa misma cantidad ha requerido AWS al operador del sistema para ampliar sus actuales centros de datos de Huesca, Villanueva de Gállego y El Burgo de Ebro, este último con una nueva localización en el polígono Empresarium de Zaragoza. En este caso, las peticiones de capacidad de consumo son en los nudos Esquedas, Villanueva y Ave Zaragoza.

Por su parte, Stellantis ha solicitado dos posiciones de conexión de 150 MW cada una en el nudo Entrerrios, próximo a la planta automovilística que tiene en Figueruelas, con vistas a la implantación de la fábrica de baterías que promueve de la mano del gigante chino CATL. Se trata de un proyecto sobre el que todavía no existe una confirmación oficial y definitiva por parte de la compañía, que siempre ha condicionado su materialización a un mayor apoyo económico del Gobierno de España del logrado hasta ahora. Ese respaldo se espera conseguir con la última convocatoria de ayudas del Perte VEC III que el viernes lanzó el Ministerio de Industria, cuyo resultado se conocerá este verano.

El nudo de Peñaflor, situado en el término de Villamayor, es el más demandado, con cinco solicitudes que suman una capacidad de 915 MW. Además de Microsoft, otro de los demandantes podría ser el Grupo Costa, que en abril anunció que invertirá 469 millones en un complejo agroalimentario en la citada localidad del entorno de Zaragoza. El resto podrían corresponder a más centros de datos que todavía no se han hecho públicos, al igual que ocurre en el nudo de Calatorao. En este constan dos peticiones de 150 MW cada una que algunas fuentes atribuyen al fondo estadounidense Blackstone.

A los nuevos consumos en la red de transporte hay que sumar los ya solicitados en la red de distribución de Endesa, que podrían superar los 1.000 MW. Teniendo en cuenta la demanda actual y la que traerá consigo la creciente electrificación de la economía, el consumo de electricidad en Aragón «se verá multiplicada por cinco o seis».

Así lo estima Pedro Machín, presidente el Clúster de Energía de Aragón (Clenar), quien considera que para satisfacer esos nuevos consumos hace falta desarrollar un volumen de proyectos renovables y de almacenamiento muy superior al planificado. «Con lo que hay otorgado ahora solo se doblaría la producción. Eso se quedaría corto», sostiene.

Más renovables

Los proyectos renovables que actualmente cuentan con permiso de acceso y conexión alcanzan los 17 gigavatios -o lo que es lo mismo 17.000 MW--, más del doble de la potencia verde que había instalada al cierre de 2023 (7.700 MW), pero «insuficientes» para cubrir las necesidades de energía de los centros de datos e industrias que van a implantarse.

«Deberíamos empezar ya a tramitar y desarrollar nuevos proyecto de eólica, solar y almacenamiento para dar suministro al consumo que habrá», recalca el representante de Clenar. Cree también que será necesario adaptar la red de transporte en Aragón, hasta ahora «más pensada para exportar electricidad por su tradición generadora», para que sea también «un buen soporte al suministro de la demanda que aquí se instale». «Deberá optimizarse, adaptarse, pero ha de servir para asegurar la satisfacción de la demanda, aunque la electricidad tuviera que venir en parte de fuera», agrega.

Los promotores renovables, uno de los sectores más prolíficos de los últimos años en la comunidad, se sienten legitimados en su reivindicación de los beneficios que aportan al territorio tras los últimos anuncios de grandes inversiones. «Traen riqueza a Aragón y esto se ha empezado a manifestar ahora de forma rotunda», subraya Machín.

Acercar el consumo a la generación

Aragón ha sido históricamente exportador de electricidad por su elevada capacidad productora con diferentes tecnologías. La comunidad es una gran fábrica de luz, ya sea con los saltos hidroeléctricos instalados en el Pirineo desde principios del siglo pasado, con las centrales carbón de Teruel –ya desaparecidas– y, más recientemente, con la explosión de las renovables. El intenso despliegue de plantas eólicas y fotovoltaicas ha exacerbado ese perfil. El pasado año, más de la mitad de la energía producida en la comunidad –el 57%— fue trasvasada a otros regiones.

El consumo de energía eléctrica en Aragón en 2023 fue de 9.657 GWh (sin contar la demanda de los bombeos), es decir, aproximadamente 1.000 megavatios a la hora los 365 días del año. Con los centros de datos y otros grandes proyectos industriales como la gigafactoría de Stellantis en Figueruelas, esta demanda crecerá con fuerza. 

Acercar el consumo a la generación permite una optimización del proceso producción-demanda al reducirse las pérdidas asociadas al transporte de la energía. Conlleva también una ventaja económica por la menor necesidad del desarrollo de infraestructuras para llevar la electricidad a distancias lejanas.

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