El gasto en energía de la industria aragonesa se disparó un 63% en 2022 hasta los mil millones de euros

El encarecimiento de los precios de la electricidad y el gas durante el ejercicio 2022 disparó el gasto por consumo energético en Aragón hasta superar los mil millones de euros por primera vez desde que hay registros tras experimentar un sobrecoste del 63% con respecto a 2021 en las industrias extractivas y manufactureras. Pese al subidón de los precios, ya advertida a voz de grito durante el año 2022 por las empresas de capital aragonés, Aragón sorteó un poco mejor que el conjunto de España el sobrecoste, gracias al mayor desarrollo de autoconsumos renovables, dado que el consumo energético se disparó en la media nacional de 2022 un 73%.

Así se extrae de la encuesta de consumos energéticos publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), un muestreo de carácter bienal donde se aprecia que el gasto en energía de las industrias aragonesas se duplicó entre 2019 (509 millones de euros) y 2022 (1.096 millones). Influyen tanto los precios, claro, como el desarrollo del sector secundario en la comunidad, dado que Aragón ya supera ese 20% en peso industrial en el PIB autonómico. 

En la comunidad, el mayor peso energético lo llevó la electricidad, con un 67,1% del total, seguido por el gasóleo (27,9%), y las ramas de actividad con mayor consumo energético fueron la metalurgia, la industria de la alimentación y la industria química, las tres con fuerte presencia en tierrasaragonesas. Aquel 2022 fue un año de fuertes sinsabores, donde compañías intensivas en gasto energético como Saica incluso paralizaron algunas de sus plantas de producción por el elevado precio de la energía.

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En cuanto al plano nacional, el consumo energético en la industria extractiva y manufacturera alcanzó los 24.655 millones de euros en 2022, con un aumento del 73,0% respecto a 2021.

Los principales productos energéticos utilizados fueron la electricidad (58,1% del total) y el gas (31,2%). Por su parte, el consumo industrial de productos petrolíferos usados como combustible representó un 4,7% del total.

Respecto al año anterior, el consumo en electricidad aumentó un 61,0% y el gasto en gas un 101,2%. Estos crecimientos se vieron afectados por el encarecimiento del coste de la energía durante 2022.