Política

La DGA admite que "no le gusta" su propio permiso especial de caza

El director general del ramo, Jorge Valero, cree que la medida es "la única solución" para rebajar la población animal en Montes Universales

El director general de Caza y Pesca, Jorge Valero, este lunes en las Cortes.

El director general de Caza y Pesca, Jorge Valero, este lunes en las Cortes. / Cortes de Aragón

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

El director general de Caza y Pesca del Gobierno de Aragón, Jorge Valero, ha admitido este lunes que «no le gusta» el permiso especial de caza que firmó para reducir la población de especies invasoras en los Montes Universales. Una declaración que llega después de la presión del territorio y de la oposición, incluido el PAR, que han criticado desde su puesta en marcha la medida y le han exigido que la acote para contentar tanto a agricultores, como cazadores y alcaldes. 

Valero ha comparecido en la comisión de Agricultura para explicar la situación en la zona. «Hay casi el triple de animales que lo aconsejado por los técnicos», ha señalado el director general de Caza y Pesca, que advierte de que «la sobrepoblación afecta con daños agrícolas, a la seguridad vial y puede generar problemas sanitarios con las plagas». Fuera de esos tres problemas principales, Valero ha afirmado que muchos vecinos de la zona están cubriendo sus huertos con todo tipo de objetos, «una especie de chabolismo en los huertos, porque se tapa con cualquier cosa para que no entren los animales».

«Sé que tengo gente enfadada pero también hay gente a favor», ha aseverado Valero, que dijo que «no le gusta» la medida especial, pero que «en ocasiones hay que tomar decisiones que no gustan, pero son las únicas que se pueden hacer». El director general de Caza y Pesca ha asegurado que las personas sancionadas recibirán su multa por las malas prácticas y que la medida busca «la convivencia entre la caza, la agricultura y la propia reserva de los Montes Universales». «Es una medida excepcional y no se puede comparar con la temporada de caza», ha concreatdo.

El director general ha intentado aclarar así una polémica situación que ha agitado a la oposición, e incluso al PAR, desde la puesta en marcha de la regulación. En el PSOE, Ángel Peralta ha criticado que «no hay nadie a quien le guste lo que han hecho y todo el mundo coincide en que es una barbaridad». El diputado socialista ha afeado que, a su parecer, la dirección general «ha actuado a espaldas de los interlocutores y de manera unilateral», mientras proponía que la solución pasa por «ampliar el cupo durante la propia temporada de caza». Sobre la relación con los ayuntamientos, que se encargan de comercializar la carne en la campaña regular, Peralta ha recordado que «antes se subastaba y siempre había control sanitario, pero con esta medida no se hace y tampoco dicen dónde está el beneficio y quién se queda con el dinero». «No ha sido una medida buena», ha resumido el portavoz de CHA, José Luis Soro, que ha defendido que «hay una necesidad de reducir población», pero pide que «no se generase la sensación de que todo vale».

En Teruel Existe, Pilar Buj ha criticado que «la norma ha enfrentado a varios colectivos» y que la solución pasa por «hacer más batidas durante la temporada de caza, algo que beneficiará a los ayuntamientos de la zona». Por último, desde el PAR, Alberto Izquierdo ha asegurado que la medida ha hecho que en Montes Universales reina «la ley de la selva». «No se podía hacer peor y tiene enfadado a todo el mundo», ha concretado Izquierdo, que exige que «se pare con este plan y se hagan las cosas bien, de otra manera».

En los partidos afines al Gobieno, el diputado popular José María Giménez ha afirmado que «habrá que mejorar lo que ya se ha hecho». El diputado de Vox, Santiago Morón, ha defendido parte de la gestión e instó a que «el control cinegético de la población animal esté más programado».