El patrimonio arqueológico de Zaragoza

La muralla hallada en la promoción de pisos de María Agustín será visitable

Los vestigios de un amurallamiento islámico se integrarán dentro de la promoción de 114 pisos que construye Gestihabitat, así como los restos del cuartel de caballería tras una inversión millonaria

Uno de los dos cubos de la muralla conservados, que se podrán visitar.

Uno de los dos cubos de la muralla conservados, que se podrán visitar. / GESTIHABITAT

Un sinfín de contratiempos históricos han rodeado la promoción de 114 pisos en paseo María Agustín, 40. Es lo que tiene la expansión urbanística sobre la superficie erigida sobre la ciudad antigua y las dificultades que entraña la convivencia entre el patrimonio y el desarrollo de la ciudad. A los primeros restos arqueológicos de una puerta del cuartel de caballería escenario principal de los Sitios de Zaragoza se sucedió un hallazgo de quizás todavía mayor relevancia: dos torreones y restos de la muralla de tapial islámica del siglo XI, los únicos vestigios documentados y conservados en la ciudad de este amurallamiento que cerraba el perímetro oeste en época islámica. Y aún apareció después un cráneo de caballo, que ahora investigadores de la Universidad de Zaragoza tratan de dilucidar si pertenece a época medieval o incluso al Pleistoceno superior.

Una vez el proyecto constructivo esté terminado, previsiblemente en la primavera de 2025, quedarán a la vista del público tanto los restos de muralla y los torreones de época medieval como la puerta al Paseo María Agustín y buena parte del muro del Cuartel de Caballería, el punto por el que las tropas francesas entraron por primera vez a Zaragoza durante la Guerra de la Independencia, el 15 de junio de 1808. Según aparecieron los distintos elementos, y por la ubicación de la promoción en una zona catalogada como Bien de Interés Cultural como lo es el Casco Histórico de Zaragoza, la dirección general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón ha obligado a conservar los distintos hallazgos y a modificar el proyecto en varias ocasiones.

Los costes corren a cargo de la promotora zaragozana Gestihabitat, que cifra como «millonaria» la inversión a realizar sumada a la pérdida patrimonial de varios garajes, así como un menor superficie de la proyectada en algunas viviendas o locales comerciales con los que cuenta la promoción. 

La joya de la corona es la muralla islámica, cuya construcción data del siglo XI cuyo hallazgo es, por el momento, único en Zaragoza. Contaba con un foso que discurría al pies de la muralla, cuyos restos constructivos de este periodo se han conservado in situ, lo que ha obligado a modificar los proyectos de ejecución del edificio para que permanezcan en su ubicación original, pudiendo ser observados desde el interior de los sótanos del edificio.

Los torreones quedan bajo las escaleras 5 y 6, cuyas viviendas se han visto modificadas en distribuciones y superficies debido a la necesidad de incorporación de una cimentación y estructura más compleja, necesaria para la sustentación del edificio sobre los propios torreones, según explican desde la promotora zaragozana.

La modificación de los proyectos ha supuesto la pérdida de 47 plazas de aparcamiento, dado que en la zona de los torreones islámicos se ha modificado la rampa de acceso a garaje, lo que también obliga a una menor superficie de plantas bajo rasante.

También quedará integrado en el conjunto inmobiliario la puerta del cuartel de caballería, erigido durante la segunda mitad del siglo XVIII, que podrá observarse desde la fachada. Este edificio debe su importancia histórica a la mañana del 15 de junio de 1808, cuando las tropas de Napoleón lograron acceder por esta puerta en dos ocasiones –para ser después ser repelidos– por primera vez en el asedio a la ciudad. Una compañía de granaderos del 44º Regimiento francés logró cruzar el patio principal, pero la llegada de tropas de refuerzo desde el Arrabal hizo que tras un combate los franceses abandonaran el edificio, al que incendiaron su tejado.

La puerta del cuartel podrá observarse desde la fachada del local comercial, lo que ha conllevado una pérdida de superficie y de características del mismo al no poder incorporar plazas de aparcamiento independientes del resto de la promoción en el sótano. Además, el local ha tenido que ser dividido en dos independientes, de los que uno de ellos será ocupado por una gran superficie comercial, para el que la promotora mantiene varias conversaciones abiertas.

Además, durante las catas geológicas fueron hallados varios objetos arqueológicos que han sido recuperados, catalogados y depositados en los almacenes del Museo de Zaragoza. Y aún estaban por aparecer los último restos, pertenecientes a un cráneo y mandíbula de caballo. Investigadores de la universidad tratan ahora de dilucidar si corresponde a época islámica o incluso al Paleozoico Superior (que acabó hace 252 millones de años).

Por todo ello, la promoción del paseo María Agustín, llamada a ser una de las pioneras en devolver el esplendor urbano a la zona de El Portillo para conectar con el barrio del AVE, ha retrasado sus planes de entrega de llaves en 11 meses, pero el año que viene, si no hay más contratiempos, será una realidad. 

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