El ambiente que se respira en Candanchú y su entorno esta semana nada tiene que ver con el que impregnaba de preocupación la zona hace solo quince días. La maquinaria se ha puesto en marcha y ya se vislumbran los descensos por las laderas cubiertas de nieve y las tardes de après-ski con regusto a prepandemia. O eso les gustaría a quienes, en el valle del Aragón, esperan que pasen los nubarrones y la nueva temporada de nieve llegue cargada del elemento blanco y de deportistas ávidos de saltos y bajadas para poner el broche final a dos temporadas para olvidar.

La estación de Candanchú, apenas 24 horas después del anuncio del acuerdo con el Gobierno de Aragón y la Diputación Provincial de Huesca, sacaba del erte a una veintena de empleados de mantenimiento que, desde el miércoles, trabajan en las labores de «inspección» para iniciar las actuaciones pendientes. Álvaro Luna, director general de Candanchú, explica que la semana que viene iniciarán los trabajos en los seis telesillas y, «de manera paralela», seguirán actuando en los remontes y las casetas de almacenamiento. «Muchas cosas no están tan mal como se esperaba, pero nos hemos encontrado zonas como casetas y baños vandalizados», señala.

De momento, una veintena de trabajadores se afanan en las primeras labores, pero en unas semanas será necesario duplicar la plantilla de mantenimiento --pasando de seis a 12 empleados--. «El problema no es duplicar la plantilla, sino encontrar personal cualificado», reconoce Luna, que añade que para algunas actuaciones concretas ya han subcontratado a otras empresas para llegar a la apertura en diciembre.

Estos días se han mantenido reuniones con Astún para llegar a un acuerdo para una oferta conjunta. «Estamos definiendo las condiciones para ofrecer el mejor producto», indica Luna, dejando claro que «la intención» es «unirse» para comercializar el valle del Aragón como un destino único.

Lucas Sáez, presidente de la Asociación de Empresarios de Candanchú, señala que esta unión sería «vital». «Estaríamos encantados de que se pudiera llegar a ese acuerdo, porque para el cliente es un producto muchísimo mejor», reconoce. Lamentando que la unión con todas las estaciones pirenaicas bajo el paraguas de Ski Pirineos no sea posible, los empresarios aseguran que «las sensaciones» en esta primera semana «son buenas». La comercialización, no obstante, va «poco a poco». Saber si Astún y Candanchú irán juntos es «clave» para fijar precios y hacer ofertas. Mientras, el trabajo sigue, por ejemplo, con la creación de una mesa con los ayuntamientos y la comarca para diseñar la «mejor» propuesta de après-ski. «Nuestros objetivo es dar una oferta lo más completa y atractiva posible», concluye Sáez.