Este es el motivo por el que el atardecer se tiñe de rojo

En cada estación del año podemos apreciar miles de atardeceres. Sin embargo, es una experiencia que parece especialmente atractiva en verano. Durante la época estival podemos disfrutar viendo cómo el sol se pone y da paso a la noche. Los atardeceres teñidos de rojo son cautivadores, y, a menudo intentamos capturar esas tonalidades con nuestras cámaras fotográficas. Sin embargo, las tonalidades rojizas no tienen su origen en el cielo tal y como nos podíamos pensar.

España cuenta con lugares excepcionales para apreciar hermosos atardeceres, pero tal y como indica la encuesta realizada por TripAdvisor en 2022, el Templo Debod situado en Madrid, se lleva el puesto número uno de lugares donde ver el atardecer más espectacular.

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Independientemente del lugar, alzar la vista y observar cómo el cielo se tiñe de un romántico rojo es algo verdaderamente asombroso. Sin embargo, es importante entender que esas tonalidades rojizas no provienen de una causa tan simple como podría parecer.

La explicación no está en el firmamento, sino que es más bien física. Según apunta en el periódico ABC, la variación cromática del cielo surge de la interacción entre la estructura de la luz, las propiedades atmosféricas y la manera en la que los seres humanos percibimos visualmente. A lo largo de muchos siglos, hemos aprendido que la luz en realidad es blanca y está compuesta por los matices que vemos en un arco iris. Al mismo tiempo, hemos llegado a comprender la complejidad de la atmósfera, donde coexisten diferentes capas de gases y partículas en suspensión.

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Al atravesar estas capas atmosféricas, la radiación solar se descompone, de manera similar a cómo ocurre en un prisma, y al interactuar con las partículas, se desvía y refleja. Este proceso es comparable a lo que sucede en Marte, donde partículas rojizas en suspensión en el aire generan la ilusión de un cielo marciano de tonalidad rojiza.

El fenómeno Rayleigh

Este fenómeno, conocido como dispersión de Rayleigh, en honor al científico británico John William S. Rayleigh, no ocurre de manera uniforme; el color azul, en particular, es dispersado con mayor intensidad. Esto se debe a que componentes de la atmósfera como el oxígeno y el nitrógeno tienen una tendencia a absorber la luz en el rango azul-violeta, permitiendo el paso de tonos naranjas y rojizos.

Esta explicación es la razón por la cual el cielo tiende a lucir más azul al mediodía en comparación con las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde. Durante el mediodía, el sol se encuentra en su punto más alto en el cielo, y su luz atraviesa la atmósfera con menor interferencia.

Origen de los atardeceres rojizos

Así es como se originan los atardeceres rojizos. Cuando el sol se pone, sus rayos atraviesan una porción mayor de la atmósfera, lo que aumenta su interacción con las partículas suspendidas en el aire. Como resultado, el color azul cede paso al rojo en nuestra percepción.

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Sin embargo, el cielo rojizo durante la calima sucede cuando una densa nube de polvo proveniente del Sáhara cubre la zona, y las partículas suspendidas en el aire tienen una densidad considerable. Esto causa que la luz solar colisione con dichas partículas y rebote en múltiples direcciones.