Parece que ha sido muy feliz en Zaragoza. ¿Le resulta difícil despedirse de la ciudad, el equipo, los aficionados?

Sí, es realmente difícil para mí y mi familia decir adiós a Zaragoza. Estamos encantados aquí, es nuestro hogar lejos el hogar, está claro. Es nuestro quinto año fuera de casa y aquí en Zaragoza hemos tenido un niño, nuestra hija ha dado sus primeros pasos, ha ido a la escuela por primera vez, ha hecho muchos amigos, tiene su primera profesora. Hemos conocido a grandes personas y es realmente difícil despedirse. Zaragoza es un lugar que siempre recordaremos y además con buenos recuerdos.

¿Qué balance hace de sus dos años en el Casademont?

Como jugador los dos últimos años en Zaragoza han sido fantásticos. Creo que he crecido mucho, me he desarrollado como jugador, he sido capaz de adaptarme a lo que necesitaba el equipo y tener tanto éxito, he vuelto y he sido capaz de ser el líder del equipo. Los dos últimos años han sido muy buenos para mí como persona y como jugador de baloncesto.

Ha sido uno de los jugadores más queridos. ¿Qué supone eso para usted?

Significa mucho ser tan querido por los aficionados. Siempre trato de ser no solo un jugador de baloncesto o un jugador de club, sino sobre todo una buena persona. Y creo que todo el mundo me ha conocido como una buena persona más allá de mis habilidades en la pista. Mi padre siempre me decía puedes ser un gran jugador de baloncesto pero la gente puede olvidarte en un tiempo porque hay muchos jugadores. Pero siendo una buena persona siempre te van a querer y a recordar. Y creo que en Zaragoza me he mostrado a la gente como yo mismo, siendo buena persona. Creo que la gente me quiere por quién soy y eso es muy importante para mí.

¿Ha sido muy difícil jugar en pabellones vacíos?

Ha sido muy duro jugar en pabellones vacíos, especialmente aquí en nuestra casa. Una de las grandes razones por las que volví a Zaragoza fue para jugar delante de su afición, hay un pabellón fantástico, muy grande, sientes la intensidad, el amor de los aficionados. Así que fue muy difícil saber que no iban a estar ahí. Los tuvimos en un par de partidos y fue tan fantástico. He echado de menos jugar con gente en España y en toda Europa pero sobre todo aquí en casa. Espero que la próxima temporada puedan estar en la grada y cuando vuelva a Zaragoza pueda verlos a todos.

¿Y estar dos años sin poder ver a su familia por culpa de la pandemia?

Ha sido duro, hace dos veranos que no voy a casa a estar con mi familia. El verano pasado porque no pudimos viajar a causa de la pandemia y este, aunque está permitido, el covid sigue ahí, hemos tenido a nuestro pequeño Chance y es complicado. Estar lejos de la familia en Australia, en Canadá, es muy duro, pero como Zaragoza es nuestro hogar lejos del hogar, la gente aquí nos lo ha hecho más fácil, todos nuestros conocidos, toda la gente nos ha hecho sentir como en casa. No quiero vivir otra pandemia, pero vivirla aquí lo ha hecho todo más fácil para mí y mi familia.

¿Cuál es su lugar favorito en Zaragoza?

Mi lugar favorito para mí y mi familia es Puerto Venecia. Vamos todos los días porque nos encanta, podemos ir a comprar, tomar un café en Starbucks y sentarnos a hablar con los empleados. Nos gusta mucho pasear también cerca de nuestra casa, pero Puerto Venecia es fantástico, le han regalado un coche eléctrico a mi hija que ella puede conducir, así que es maravilloso. Hay mucha gente allí a la que conocemos y saludamos y, definitivamente, Puerto Venecia es nuestro lugar favorito en Zaragoza.

¿Cuando su hijo Chance crezca, qué le contará de Zaragoza, su ciudad natal?

Cuando Chance crezca le haremos saber y él siempre sabrá que nació en Zaragoza. Nos aseguraremos de que sepa exactamente dónde está en el mapa y estoy seguro de que cuando crezca, y vivamos donde vivamos, en Canadá, Australia o donde sea, siempre le dirá a sus amigos que él nació en Zaragoza, España, y creo que eso es maravilloso. Él siempre lo sabrá.

¿Le gustaría traerlo alguna vez a que conozca la ciudad?

Por supuesto que me gustaría que volviera. Es donde nació y cuando crezca tendrá grandes recuerdos. Me encantará volver con mi familia a Zaragoza. Puede ser dentro de un año, de cinco o de diez, pero será fantástico. Siempre habrá un lugar especial en nuestro corazón para Zaragoza. Es donde Chance nació y espero que en el futuro pueda conocerla por sí mismo.

¿Qué le está diciendo la gente estos días? ¿Le hubiera gustado despedirse de los aficionados en el Príncipe Felipe?

En mis redes sociales, Twitter, Instagram, todo el mundo me está dejando grandes mensajes, me dicen que me van a echar de menos a mí y a mi familia, que han estado encantados de tenernos aquí, que siempre será nuestro hogar. Pero sí, hubiera sido genial haber dicho adiós a los seguidores en el Príncipe Felipe. Pero son tiempos difíciles. Me gustaría decirles adiós a todos los aficionados.

Incluso en estos tiempos siempre se le ve sonriendo, siempre parece feliz. ¿Cómo lo hace?

Me lo dice todo el mundo, pero es que estoy muy agradecido de todo lo que tengo en la vida. Ese es mi secreto, estoy muy agradecido por mi familia, por mi buena salud que me permite jugar a baloncesto, por mi buen trabajo. Soy feliz por todo lo que tengo y no soy negativo por las cosas que no tengo.

¿Si tuviera que elegir un solo momento en Zaragoza, cuál sería?

Si tengo que decir un solo momento que recordaré para siempre, sería el tiro ganador contra el Nizhny Novgorod. No había muchos aficionados pero será un lanzamiento que recordaré toda la vida. Pero si no fuera ese, sería ver a los aficionados todos los días en el pabellón.