Apagón final en Italia (76-67)

Hasta entonces se había mantenido la igualdad, en el marcador y en casi todos los aspectos, sin que ninguno de los dos brillara especialmente. El Casademont volvió a tener un problema ofensivo derivado de su juego. El equipo encontró a Hlinason al principio y después se sostuvo en sus tiradores, en esta ocasión Okoye y Waczynski, a los que les costó encontrar el acierto de tres. Poco más tuvo el Casademont. Ponsarnau utilizó a nueve jugadores y Vilá solo tuvo cinco minutos. Solo siete anotaron y el equipo acabó perdiendo también la batalla por el rebote.

Un mayor acierto desde el triple dio ventaja a Reggio Emilia al descanso (41-36). El partido se le empezó a hacer bola al Casademont ya en el tercer cuarto, cuando su producción ofensiva empezó a ser más lenta y difícil. Al equipo aragonés le costaba cada vez más producir pero aguantó el tipo para mantenerse en partido (62-56 al final del tercer cuarto).

Pero en el último tramo apareció el peor Casademont, al que ya se ha visto otras veces esta temporada. Un equipo que quiere pero que no encuentra las herramientas para explotar sus virtudes. Al que le cuesta horrores generar un lanzamiento y cuando parece más fácil, lo falla. Y un equipo que no termina de arrancar ni de dar pasos en firme hacia adelante. El Casademont lo falló todo, hasta los tiros libres, durante siete minutos, en los que la ventaja local llegó a ser de 13 puntos (69-56).

Cuando Okoye rompió el maleficio con un triple a 3.49 del final ya era demasiado tarde para casi todo. El Casademont no tiene la solidez suficiente como para remontar esa diferencia. San Miguel salió por cinco personales y Ponsarnau dio entrada a Hlinason, pasando a Mobley al base con dos unos sentados en el banquillo. Javi García volvió a quedarse sin jugar. El Casademont da un pasito adelante y otro atrás.