Uno de los grandes damnificados de la mala temporada pasada en el Casademont Zaragoza fue Javi García. Pese a los continuos problemas en el puesto de base, el joven canterano tuvo pocas oportunidades y, cuando las tuvo, no convenció al técnico, que consideró que no había dado el paso adelante que necesitaba el equipo para competir. Así que el base se marchó a Huesca, a intentar ayudar a un Levitec que finalmente no pudo evitar el descenso.
Ambas partes, club y jugador, saben que eso no puede volver a suceder. Por eso la idea para la próxima temporada es exactamente la contraria. A falta de contratar un base titular, el Casademont Zaragoza ya tiene un uno que puede hacer el dos, Marcel Ponitka, y cuenta con Javi García en su plantilla. Confía en que este pueda ser el año en el que se asiente definitivamente como un jugador importante del equipo y, salvo giro inesperado de los acontecimientos, no está pensando en cederle de nuevo.
Tampoco el jugador está pensando en otra cosa que no sea en estar en Zaragoza. Con dos años más de contrato por delante, Javi García está deseando empezar a trabajar con Martin Schiller y convencerle de que tiene sitio en el nuevo proyecto para ir ganándose minutos con su trabajo. El técnico austriaco, además, ha destacado hasta la fecha por su trabajo para desarrollar a los más jóvenes y en su presentación explicó que considera que esa labor forma parte de su quehacer diario.
Javi García es el único superviviente de lo que el Casademont Zaragoza llamó Generación Z. Nacido en 2001, su camino ha ido a otra velocidad que la de los Alocén, Krejci, Pradilla y compañía. Fue el último en debutar con el primer equipo pero tanto los que asombraron pronto, los mencionados anteriormente, como quienes no han terminado de llegar (Ander Urdiain estuvo cedido en Huesca la temporada pasada, Raúl Lobaco ya no pertenece al club y está en Oviedo), han ido poco a poco desapareciendo del esquema del Casademont Zaragoza.
El único que continúa es Javi García. Su estreno en la ACB llegó el 29 de septiembre de 2019 frente al Obradoiro, en el que dejó muy buenas sensaciones. Compaginó el equipo júnior y de Liga EBA con los entrenamientos y algunas comparecencias tanto en ACB como en la Champions. En la temporada 2019-20 disputó 16 partidos con el primer equipo y una media de cinco minutos. La siguiente fueron 26 jornadas con 9 minutos de media, 2,3 puntos, 0,8 asistencias y 0,8 de valoración. Sin embargo, la última, lejos de ser la de su consolidación, supuso si no un paso atrás, un estancamiento. Un error que el Casademont Zaragoza no quiere volver a repetir.
