Chris Wright levanta el pulgar. El base norteamericano de 33 años, presentado este jueves como jugador del Casademont Zaragoza, llega tras jugar en el Dorado de México y con una amplia experiencia de 12 años de baloncesto que le pueden servir para aupar al equipo de Porfirio Fisac hacia la salvación. “No he tenido que pensar mucho la decisión de venir a la ACB. Ha sido una decisión sencilla y directa y estoy muy ilusionado de estar ya aquí”, ha dicho Wright, quien cree que puede aportar liderazgo y carácter al grupo. “Llevo muchos años compitiendo profesionalmente y aportaré liderazgo y presencia siempre que esté en pista. Habrá errores, porque es un juego de errores, pero creo en mi juego y espero poder ayudar a ganar encuentros”, ha subrayado el base norteamericano.

El jugador que ya comenzó a entrenar con la escuadra rojilla este miércoles sabe que el conjunto zaragozano tiene ganas de reponerse de esta crisis que azota al club, pues llevan seis derrotas y una victoria en las primeras siete jornadas ligueras, si bien el equipo está mostrando otra cara desde la llegada del entrenador segoviano, con la victoria ante el Real Madrid como punto álgido. “Soy el jugador más mayor de la plantilla. Tengo ganas de entrenar con todos, ya que han sido días complicados por las ventanas FIBA y la ausencias. Me he encontrado un grupo que quiere ganar y que quiere levantarse. Veo un grupo con una mentalidad positiva y muchas ganas”, ha admitido el base.

Respecto al encuentro de este sábado en casa del Real Betis (18.00 horas), el jugador afirma que esta preparado para jugar, aunque todavía no se haya relacionado apenas con el resto de la plantilla. “No conocía a ninguno de mis compañeros personalmente, los había visto por la televisión y me había enfrentado a alguno. Respecto al sábado estaré allí para lo que necesite el entrenador”, ha puntualizado Wright.

Cabe destacar que Fisac ya ha hablado con el base y le ha pedido “que básicamente sea yo mismo. Quiere que apoye energía en la pista. Ahora quiero conocer la identidad y el sistema del equipo así como a mis compañeros. Creo que conforme avancen los días tendré una buena relación con él. La primera impresión ha sido muy buena porque Porfirio me ha ayudado mucho en estos primeros días”, ha constatado el ya efectivo del Casademont.

Finalmente, el que fue jugador del Derthona Basket italiano y que arrancó en la Universidad de Georgetown ha recalcado que todavía no conoce a la Marea Roja, hinchas del Casademont, pero que ansía poder verlos en el Príncipe Felipe. “Tengo ganas de ver a los fans y de conocer la atmósfera que se vive en el pabellón”, ha acabado Wright.