Porfirio Fisac, ante el mayor desafío de su carrera

El técnico segoviano tiene que recomponer en tiempo récord el proyecto de su Casademont Zaragoza, o hacer uno nuevo, para afrontar un inicio de temporada tan fascinante como imprevisible

Porfirio Fisac, pensativo en el encuentro del Casademont zaragoza ante el Manresa

Porfirio Fisac, pensativo en el encuentro del Casademont zaragoza ante el Manresa / ANGEL DE CASTRO

Arturo Pola

Arturo Pola

La incertidumbre se ha apoderado definitivamente de la preparación del Casademont Zaragoza. Todo lo que podía saber mal en la pretemporada del club aragonés ha salido mal o, por lo menos, se ha torcido de manera notable conforme a la idea original que llevaban en las oficinas del Príncipe Felipe.

“El proyecto está dañado”, afirmó rotundamente Fisac en la previa del partido de presentación de sus pupilos ante el Manresa. Ante esta situación plagada de incógnitas, el técnico segoviano se enfrenta a, quizá, el mayor desafío de su carrera: recomponerlo o, directamente, construir uno nuevo en tiempo récord.

Lo tiene que hacer rápido porque, además, el equipo zaragozano se juega buena parte del devenir de su temporada en el próximo mes. El deseo y el empeño del club en viajar este curso por el Viejo Continente le va a llevar, en apenas tres semanas y a las primeras de cambio, a jugar la fase previa de la FIBA Europe Cup. Dos partidos para los que ni el propio Fisac sabe con los jugadores con los que va a poder contar. Un reto mayúsculo para el Casademont y para su entrenador. El segoviano cuenta con la baza a su favor, en primer lugar, de que los dos equipos a los que tiene que derrotar para lograr el billete definitivo a Europa (Jamtland y Pardubice) son a priori inferiores a los suyos. Pero claro, ¿quién son los suyos? Porque parece imposible adivinar cuál puede ser la rotación completa con la que se plantarán los zaragozanos en Suecia.

Su mes de contrato y la plantilla

No obstante, si algo ha demostrado Porfirio Fisac durante su ya larga trayectoria es que no se arruga ante los desafíos y que carácter le sobra. "Mi contrato es solo de un mes", lleva reiterando desde el comienzo de la pretemporada. Pues ese periodo, el primer mes, está a punto de comenzar, justo cuando, al contrario de lo deseable, el estado actual de su equipo plantea más incógnitas.

La primera y la que más preocupa al entrenador del Casademont es la del base. Con la salida de Stefan Jovic, el que iba a ser el director y el faro de los aragoneses, ya asumida, el club debe moverse rápido para encontrar un sustituto de garantías para el serbio. Con Bell-Haynes recién aterrizado, mucho trabajo tiene por delante Fisac para equilibrar y dar forma a los sistemas que quiere implantar el técnico para organizar el equipo.

El juego exterior parecía ser donde más claras estaban las cosas en el conjunto aragonés, con todos jugando y disponibles desde el comienzo de la temporada. Pero la lesión de Emegano, que se puede alargar varios meses, añade un quebradero de cabeza más al técnico.

Por dentro, al menos efectivos tiene. O se supone que va a tener. Pero aun así, parece una rotación algo descompensada con muchos pívots y la posición de 4 algo coja tras la baja indefinida de Simanic. La llegada de Mitchell Watt refuerza todavía más el puesto de 5, que va a estar marcado por la salud de Okafor, del que se ha dicho que está en una gran forma pero que todavía no está claro cuándo podrá estrenarse.

Este cúmulo de desgracias e incógnitas son a las que va a tener que hacer frente el Casademont en un inicio de temporada tan fascinante como imprevisible. En una semana, debut en la ACB ante el Real Madrid. A ver si para entonces a Porfirio Fisac le ha dado tiempo de encontrar la salida del laberinto que es ahora su equipo.