La crónica del Baskonia-Casademont Zaragoza: otra vez la misma historia (102-94)

Otra vez la misma historia. Otra vez que el Casademont Zaragoza pierde un partido casi antes de empezar. Otra vez que el equipo protagoniza una primera parte terrible, sin defensa ni ataque. Ni actitud, que es mucho peor. Otra vez que encaja más de cien puntos. Otra vez que su rival se hincha a meter triples. Por 102-94 cayó en el Buesa Arena ante un Baskonia redivivo por el equipo de Porfirio Fisac, que llegó a perder por 25 puntos y aún tuvo la oportunidad de volver a meterse al final porque el de Ivanovic está como está esta temporada. Lo mejor de la tarde para el Casademont fue la derrota del Breogán ante el Bilbao.

Ganar en Vitoria no es fácil para nadie, ni siquiera cuando el Baskonia no atraviesa su mejor momento, y, desde luego, no es ninguna obligación para un equipo como el Casademont Zaragoza. Pero una cosa es eso y otra es ni siquiera plantar cara, no aprovechar las dudas del rival, no hacerle ni siquiera sufrir, desconfiar de sí mismo, sudar un poco. Y no lo hizo porque adoleció de los problemas que viene arrastrando todo el curso, que no ha corregido ni con tiempo ni sin tiempo, ni con bajas ni sin bajas. Un debe enorme para los jugadores, que deben tener un poco más de amor propio, pero también, y sobre todo, para un Porfirio Fisac que esta temporada no termina de hacer un equipo.

Con una defensa prácticamente inexistente, dejando anotar de tres al rival (por enésima vez) y con un ataque sin amenaza exterior, sustentado solo en Delany y Watt, es muy difícil. Haciendo lo que hace el Casademont Zaragoza es muy difícil ganar partidos. En solo cinco minutos ya había encajado 16 puntos, 30 en el primer cuarto con un 6/9 en triples del equipo local, la mayoría de ellos lanzados con toda la comodidad del mundo. En solo 14 minutos ya eran 44 los puntos en contra y 20 la diferencia (44-24). El equipo de Porifrio Fisac no tenía ningún argumento, ni defensivo ni ofensivo, para plantar cara a un Baskonia cada vez más cómodo en la pista. 

Intercambio de golpes

El equipo aragonés tan solo mostró una tímida reacción en los últimos dos minutos de la primera parte, en los que encadenó un parcial de 0-7 con tres triples consecutivos (los primeros de la tarde). Eso sí, solo le sirvió para que la desventaja fuera de 18 puntos al descanso (58-40) en lugar de los 25 de máxima que había amasado el Baskonia. El Casademont recortó hasta los doce en el tercer cuarto, pero sus parciales eran muy escasos para pensar en nada porque el duelo pasó por una fase de intercambio de golpes que solo favorecía al que iba por delante.

Pese a ese recorte en el marcador, pese a los 16 puntos que acumulaba Watt, el partido estaba en chino para el Casademont. Solo podía perderlo el Baskonia y pareció empeñado en ello el conjunto de Dusko Ivanovic con un final plagado de fallos, malas decisiones, pérdidas y nervios. Ahí se vio por qué el conjunto vitoriano está fuera del playoff y sufriendo para mantenerse en el playin de la Euroliga. Si el Casademont no hubiera perdido casi antes de empezar... Porque se acabó poniendo a siete puntos (99-92) con solo 50 segundos por jugarse pero, claro, ya era tarde para aprovecharse de la situación. Marinkovic evitó males mayores con el decimotercer triple del Baskonia y el Casademont tuvo que conformarse con maquillar el resultado. Con disimular un poco después de haber perdido el partido en el primer cuarto. Otra vez.