CASADEMONT ZARAGOZA

Porfirio Fisac, lejos de sí mismo

El entrenador está firmando su peor temporada al frente del Casademont Zaragoza, ya que actualmente suma un 37% de victorias

Está por debajo del 40% del curso pasado y a mucha distancia del 60% que logró en la segunda campaña de su primera etapa en la capital aragonesa

Fisac y Bell-Haynes dialogan durante el partido en Vitoria.

Fisac y Bell-Haynes dialogan durante el partido en Vitoria. / EFE / ADRIÁN RUIZ HIERRO

Después de dos temporadas consecutivas con tres entrenadores diferentes y, obviamente, malos resultados, el Casademont Zaragoza recurrió al mejor entrenador que había pasado por su banquillo desde el desaparecido José Luis Abós y porque la tercera amenazaba a una ruina aún peor con el pésimo inicio de Martin Schiller. Porfirio Fisac regresó a la capital aragonesa con el recuerdo de dos temporadas magníficas en su primera etapa, en la que solo la pandemia frenó a un equipo lanzado que iba tercero en la Liga y a por todas en la Champions. Pero la segunda parte del segoviano no está siendo tan rutilante. El curso pasado salvó al equipo con un 40% de victorias, pero en este ni siquiera lo alcanza, está en un 37%.

Las dos primeras fueron dos campañas en las que el equipo jugaba bien, alegre, ofensivo, en las que el técnico consiguió que todos los jugadores rindieran, como mínimo, a su mejor nivel conocido si no por encima, en las que el Príncipe Felipe era una fiesta. Y el Casademont, entonces aún Tecnyconta, un equipo ganador. Porfrio Fisac escribió su nombre con letras de oro en la historia del club porque se convirtió en el entrenador con mejor porcentaje de victorias, alcanzando el 60% en la 2019-20.

La primera ya había sido buena y el equipo acabó sexto, regresando a un playoff por el título cinco años después. Incluso superó al Baskonia en cuartos y se plantó en semifinales seis años más tarde de que lo lograra Abós. En total, el equipo disputó 39 partidos de Liga con 20 victorias y 19 derrotas, un 51,28% de éxitos. Hasta ese momento solo dos técnicos habían superado el 50%, José Luis Abós con un 57% en la 2012-13 y Joaquín Ruiz Lorente con un 52,94% en la 2014-15.

Pero es que la segunda fue aún mejor porque el equipo sumó doce victorias en la primera vuelta, regresando a una Copa cinco años después de la última, y se instaló en la tercera plaza ganando en casa al Barça, al Madrid, al Baskonia y prácticamente a cualquiera que se pusiera por delante. Tercero en Liga y a punto de jugar los cuartos de final de la Champions le sorprendió la pandemia y ya nada volvió a ser igual. En la fase final de Valencia, sin los dos norteamericanos, solo ganó uno de los cinco partidos. En total jugó 28 partidos, con 20 victorias y 19 derrotas. Un 60% de triunfos que son el récord de la historia del club. Si solo se cuentan los de la fase regular el porcentaje sube al 69,6%.

Desde entonces, un desfile de entrenadores por el banquillo sin que ninguno lograra asentarse. Ni pasar del 40% de triunfos. Solo Luis Casimiro logró un 50% pero, después de Schiller, fue el que menos tiempo estuvo en Zaragoza, seis partidos. Así que el Casademont volvió a llamar a Fisac. Lo hizo cuando el equipo había perdido los cuatro primeros partidos con Schiller en el banquillo, el único técnico en 22 años que se ha ido sin conocer la victoria.

Fisac llegó en la quinta jornada y le costó tres sumar el primer triunfo, nada menos que contra el Real Madrid. El equipo solo sumó cuatro triunfos en la primera vuelta, pero acabó el curso con 12 victorias, sorteando el descenso con cierta holgura. Los doce triunfos están en el haber de Fisac, que alcanzó así el 40% de victorias. Pero esta temporada está por debajo. Excepto en la recta final de la primera vuelta, cuando el Casademont enlazó cuatro victorias seguidas, cinco en seis partidos, Fisac no ha conseguido esta vez que su equipo sea reconocible, ni que sus jugadores rindan según sus posibilidades, ni armar un bloque defensivo ni ofensivo, ni encontrar la regularidad. En 27 jornadas suma diez victorias, un 37%, algo lejos de sí mismo.