CASADEMONT ZARAGOZA

La revolución de todos los veranos en el Casademont Zaragoza

Cada año hay más caras nuevas que conocidas en el equipo aragonés, que este verano vuelve a retener a cinco jugadoras

Tanaya Atkinson, el día de su presentación como nueva jugadora del Casademont Zaragoza. | JAIME GALINDO

Tanaya Atkinson, el día de su presentación como nueva jugadora del Casademont Zaragoza. | JAIME GALINDO

El final de cada temporada conlleva la despedida de las jugadoras que van a dejar el equipo, bien porque el club ya no cuenta con ellas, bien porque deciden emprender otro camino ante ofertas mejores o, incluso, como ha sido el caso de Vega Gimeno, porque han elegido poner punto y final a su carrera deportiva. En un equipo como este Casademont Zaragoza, que ha logrado enganchar a toda una ciudad, cada adiós supone un pequeño pellizco en el corazón de cada aficionado. Es la historia de cada verano porque el club ha renovado, como mínimo, a la mitad de su plantilla desde que milita en la Liga Endesa.

En este mercado va a conservar a cinco jugadoras: Mariona Ortiz, Tanaya Atkinson, Ainhoa Gervasini, Helena Oma, cuyo proceso de recuperación no le permitirá empezar la temporada, y Nerea Hermosa. Hasta el momento lleva otras cinco incorporaciones, Helena Pueyo, Laia Flores, Ellen Nystrom, Brcaninovic y Stephanie Mawuli y necesitará, al menos, dos más para completar su roster. Es decir, siete fichajes, que son más que los que acometió el pasado verano pero menos de los que se vio obligado a hacer en sus dos primeros.

De la temporada 2020-21, la primera de existencia del equipo bajo la denominación de Casademont Zaragoza, a la campaña 2021-22 la continuidad fue mínima. El conjunto aragonés se había salvado, contando en sus filas con jugadoras de la talla de Anna Cruz, Laura Nicholls y Markeisha Gatling, MVP de la competición, y empezaba la etapa de Carlos Cantero en el banquillo. Solo se quedaron tres jugadoras, Anna Cruz, Aminata Sangaré y Zoe Hernández. Estas dos últimas, con un papel menor en el equipo. En verano hubo ocho caras nuevas: Merrit Hempe, Sierra Calhoun, Ana Calvo, Lara González, Antonia Delaere, María Bettencourt, Vega Gimeno y Maria Koustourkova. En febrero la lesión de Aminata Sangaré obligó al club a ir al mercado y se reforzó con la polaca Anna Maria Winkowska.

Esa temporada el Casademont ya logró un quinto puesto en la Liga regular que le dio plaza en la Eurocup y se clasificó tanto para la Copa de la Reina como para el playoff. Eso no impidió la revolución veraniega. Al contrario, fue aún mayor. Solo siguieron tres jugadoras, Merrit Hempe, Vega Gimeno y Lara González, pero Hempe se marchó en octubre al pagar su cláusula para jugar la Euroliga con el Praha. En verano llegaron Imani Tate, Mariona Ortiz, Carmen Grande, Laura Zelnyte, Leo Fiebich, Helena Oma, Serena-Lynn Geldof y Gracia Alonso de Armiño. Ocho novedades.

Pero la salida de Hempe obligó al club a reforzarse. Primero con Jenna Staiti, que llegó y se marchó, después con Aishah Sutherland, que no terminaría la temporada,y finalmente con el regreso de Markeisha Gatling. Zelnyte se marchó en diciembre y Sutherland, en febrero. El Casademont tocó el cielo ganando la Copa de la Reina y clasificándose para la Euroliga.

En el verano de la 2022-23 a la 2023-24 la apuesta por la continuidad fue mayor, aunque salieron del equipo jugadoras muy queridas por la grada. Se quedaron en Zaragoza Mariona Ortiz, Vega Gimeno, Helena Oma, Serena-Lynn Geldof y, sobre todo, Leo Fiebich, a quien el club consiguió retener con un gran esfuerzo. Un total de cinco jugadoras, la cifra más alta hasta ese momento. En verano hubo seis refuerzos, Ainhoa Gervasini, Petra Holesinska, Aleksa Gulbe, Nerea Hermosa, Tanaya Atkinson y Christelle Diallo. Después la lesión de Helena Oma obligó de nuevo al club a acudir al mercado, donde primero fichó a Mikayla Pivec y, posteriormente, a Khayla Pointer para dar de baja a la primera. Este mercado apunta a ser similar para el Casademont, habituado a estas revoluciones.

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