Tacógrafos alterados para camuflar la falta de horas de descanso de los camioneros. Ese ha sido el hallazgo de la Guardia Civil en la investigación de dos siniestros mortales ocurridos este año en las carreteras de Aragón y que ha llevado al instituto armado a imputar los delitos de homicidio imprudente y contra los derechos de los trabajadores a los gestores de dos empresas de transportes para las que trabajaban las víctimas.

El primer siniestro que atendieron y por el que abrieron diligencias fue el ocurrido el pasado 23 de septiembre en la N-2, en el kilómetro 366, en La Almolda en un choque frontal entre dos camiones. Murió, L. M. C. C., de 53 años. Inicialmente se pudo determinar que la causa del siniestro fue la invasión del carril contrario por parte del camión cuya conductora había resultado herida grave. 

Después de analizar las condiciones de seguridad, los agentes observaron irregularidades en el tacógrafo del camión que provocó el siniestro. Este se encontraba «alterado» con el fin de evitar los controles policiales y administrativos para efectuar una mayor jornada laboral reduciendo con ello el descanso diario establecido legalmente. Esto habría llevado a la distracción e invasión del carril contrario, planteamiento inicial del accidente, a consecuencia de la falta de descanso de la trabajadora, atribuyendo la Benemérita la responsabilidad al empresario para el que trabaja y al gestor de Transportes de dicha empresa cuyo nombre no ha sido informado por el cuerpo. 

Por todo ello, a mediados del mes de noviembre, los investigadores procedieron a la imputación del gestor de Transportes de la empresa por un presunto delito de homicidio por imprudencia y otro contra la seguridad de los trabajadores, al mismo tiempo que se investigó a la conductora del camión por un presunto delito de homicidio por imprudencia. 

Otro en abril

Similar caso fue el del accidente mortal de V. P. A., de 37 años, cuando transportaban un camión de ganado porcino. Falleció tras una salida de vía de su vehículo en la N-122 a la altura de Borja. Ocurrió en abril. Los agentes detectaron que el tacógrafo presentaba irregularidades, siendo la causa principal del siniestro una «deficiencia en la percepción» del conductor del camión por, presuntamente, la falta de descanso de este trabajador. El gestor de transportes de la empresa fue investigado por un presunto delito contra el derecho de los trabajadores, otro de falsedad documental y otro de homicidio por imprudencia. 

Ambos siniestros son considerados como accidente laboral vial «en misión», en los que se observa una conducta o situación de riesgo a la que se ha expuesto el trabajador, produciendo un resultado lesivo grave o muerte.

Las investigaciones de estos siniestros han detectado la existencia de irregularidades en el uso del tacógrafo y en las actividades de los conductores con la finalidad de eludir cualquier control policial o administrativo para realizar una mayor jornada laboral y reducir el descanso establecido del trabajador. Estas conductas suponen poner en peligro tanto la vida e integridad física del propio conductor como del resto de usuarios de la vía, siendo por ello una de las prioridades de investigación por parte de los especialistas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en Aragón.

Desde el Sector de Tráfico de Aragón se recuerda la importancia que tiene la observancia de los tiempos de descanso y conducción, así como de todas aquellas medidas que protejan al conductor de los riesgos expuestos en su actividad y, en especial de sufrir un siniestro vial. La inobservancia por parte del empresario de su obligación en materia de prevención de riesgos laborales, tanto dolosa como imprudente, que ponga en peligro grave la vida o integridad del trabajador, pueden constituir un delito contra los derechos de los trabajadores y otros delitos en relación con el resultado acaecido.