Su idea era comer por la cara y lo ha conseguido durante un tiempo. Tras arrastrar nueve detenciones por alimentarse en restaurantes de Zaragoza y negarse a pagar la cuenta, una jueza acordó su inmediato ingreso en el centro penitenciario de Zuera. Ya fue juzgado por algo así en 2017 y se libró de la cárcel.

Su última cena sin pagar ascendió a 70 euros. Antonio Miguel Grimal, español de 47 años, fue arrestado a las 23:50, después de que el hostelero llamara a la sala del 091 manifestando que tenía a un cliente en el interior del establecimiento y que este se negaba a abonarla. Cuando la patrulla de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón se personó en el restaurante situado en la plaza Emperador Carlos V, se entrevistaron con ambas partes.

El responsable del establecimiento ratificó lo manifestado en la llamada al 091 y el cliente dijo que no llevaba dinero y no tenía intención de pagar por lo consumido. Ante las declaraciones de los implicados, los agentes detuvieron como presunto autor de un delito leve de estafa al comensal, ya que este no aportaba un domicilio conocido ni la fiabilidad bastante de presentarse ante la autoridad Judicial cuando para ello fuera requerido. Con la detención del pasado sábado eran ya nueve (dos de ellas realizadas por Policía Local) las que acumula el mismo individuo en los últimos treinta días por hechos similares, sumando la treintena desde que fuera detenido por primera vez en el año 2016.

Grimal ya fue juzgado por este modus operandi y se libró de la cárcel. EP

Pero este fin de semana volvió a las andadas y la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Zaragoza, en funciones de guardia, acordó mandarlo a prisión de manera provisional. La reiteración delictiva, así como el hecho de no tener un domicilio conocido pesaron en la decisión judicial de privarlo de libertad durante un tiempo. 

Los importes estafados variaron entre los 13 euros hasta los 97 que se negó a pagar después de una comida a la carta con café y copa incluida.

Por parte del Cuerpo Nacional de Policía se han realizado más intervenciones con este hombre en el último mes, si bien los perjudicados no quisieron interponer denuncia y perdonaron la deuda del estafador. 

Comedor de la cárcel de Zuera. JAIME GALINDO