Condenado un pianista por abusar de un alumno menor durante tres años en Zaragoza

Impartió clases de piano a un menor desde que este alumno tenía nueve años en 2015 y, desde mayo de 2018 hasta agosto de 2020, lo sumió en un auténtico calvario diario con tocamientos en sus genitales. Ahora la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a Luis Ramón L. M., de 64 años de edad y nacionalidad española, a cuatro años y un día de cárcel por un delito continuado de abusos sexuales. La condena también incluye una orden de alejamiento de 200 metros durante cinco años, la inhabilitación especial para cualquier profesión que conlleve contacto regular y directo con menores de edad por tiempo de siete años y un día y libertad vigilada durante otros cinco años. Además, deberá indemnizar a la víctima con 2.000 euros en concepto de responsabilidad civil por los daños morales.

El tribunal provincial, presidido por el magistrado Alfonso Ballestín, ha emitido esta sentencia condenatoria a tenor del valor probatorio del testimonio de la víctima –ausencia de incredibilidad subjetiva, verosimilitud y persistencia en la incriminación– y de la prueba pericial practicada durante la celebración del plenario. En este sentido, las forenses declararon que el relato de los hechos del menor cumple todos los criterios como para ser considerado creíble y la sintomatología que padece –ansiedad– es «compatible» con los hechos denunciados.

A juicio de los magistrados, han quedado probado todos los episodios que la víctima relató a la sala, entre ellos, el primero que marcó el inicio de este calvario durante su asistencia a clases de piano todos los jueves a primera hora de la tarde: el alumno estaba colocado debajo del piano cuando el ahora condenado le agarró con una mano de cada pie tirando de él y bajándole los calzoncillos para terminar manoseándole el pene. Tras ese día, Luis Ramón repitió la conducta de forma habitual y le tocaba los genitales en casi todas estas clases de 45 minutos de duración, tras lo cual continuaba impartiendo la clase como si nada hubiera sucedido. En otras ocasiones, se sentaba en una silla a su izquierda, le metía la mano por debajo de la ropa y le tocaba el pene sin bajarle los pantalones. Incluso le chantajeaba con dejarse manosear a cambio de darle caramelos o dejarle beber agua.

Inicialmente, a petición de la Fiscalía, el procesado afrontaba una pena de seis años de cárcel y una indemnización de 12.000 euros en concepto de responsabilidad civil. Si bien el magistrado del Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza decretó su ingreso en prisión provisional, Luis Ramón evitó pasar estos tres últimos años entre rejas tras abonar una fianza de 7.000 euros.