Dos años de cárcel por cortarle la oreja a otro en una pelea en El Gancho

El agresor y la víctima eran viejos enemigos y habían protagonizado anteriores discusiones

La Subdelegación del Gobierno en Málaga notificó su expulsión de España hace siete años

La agresión se perpetró en la calle Cerezo del barrio de El Gancho de Zaragoza.

La agresión se perpetró en la calle Cerezo del barrio de El Gancho de Zaragoza. / JAIME GALINDO

El malestar y la inseguridad que denuncian los vecinos de El Gancho vienen de lejos y no solo se constatan con episodios recientes y violentos como, por ejemplo, el apuñalamiento de la semana pasada en la calle Cerezo. Estas escenas vinculadas en muchas ocasiones al tráfico de drogas llegan con cierta frecuencia a los juzgados de Zaragoza y así sucedió ayer en el Juzgado de lo Penal número 5 de la capital aragonesa con una riña tumultuaria fechada en abril de 2021 que finalizó con una primera cuchillada en la oreja que acabó seccionada y una segunda en el cuello. Finalmente, las partes implicadas alcanzaron un acuerdo por el que Mohamed Begong reconoció los hechos y aceptó una condena de dos años de cárcel como autor de un delito de lesiones.

A este argelino de 38 años le consta una orden de expulsión de España fechada en marzo 2016 en Málaga dada su situación irregular en territorio español e incluso la Subdelegación del Gobierno en Málaga había notificado este decreto de expulsión en el Registro Central de Extranjeros de la Dirección General de la Policía. También acumula antecedentes en su historial delictivo por okupación, abuso sexual o robo con fuerza en las cosas.

Los hechos denunciados se remontan a última hora de la tarde (20.00 horas) del 14 de abril de 2021, momento en el que Mohamed agredió con un cuchillo a la víctima en el cuello y el oído izquierdo. Fue en el cruce de la calle Cerezo con Conde Aranda y hasta allí fue comisionada una dotación de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón. Cuando llegaron los agentes, estos observaron a dos grupos separados y, entre uno de ellos, se colaba la víctima sangrando abundantemente.

El herido tuvo que ser trasladado de urgencia al Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza, donde ingresó en la unidad de cirugía plástica porque tenía seccionado el pabellón auditivo y afectada una arteria.

Tan solo un día antes, víctima y agresor ya habían protagonizado una discusión en la que llegó a mediar la Policía Nacional, si bien ninguno de ellos llegó a interponer denuncia en dependencias policiales. Incluso sobre Mohamed ya pesaba una orden de alejamiento con respecto a la víctima y la pareja de este ya que les había amenazado con quemarles la casa y cortarles el cuello.

La citada agresión había sido tipificada inicialmente como un delito de homicidio en grado de tentativa, si bien un informe del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón (Imlcfa) constató que la lesión infligida en el cuello no fue lo suficientemente profunda como para haber afectado a los vasos sanguíneos del cuello y, así, haber conllevado «un potencial riesgo vital». Tanto la Fiscalía como la acusación particular a cargo de la letrada Carmen Sánchez Herrero habían calificado los hechos como constitutivos de un delito de lesiones solicitando, en el caso del ministerio fiscal, dos años y seis meses de cárcel y, en el caso de la acusación, cinco años de prisión.