SUCESOS EN ARAGÓN

Nuevo golpe contra el viejo 'Cubetazos' de Zaragoza: 4,5 kilos de cocaína y dos detenidos

El grupo utilizaba un vehículo como depósito de la droga y un trastero a modo de laboratorio

Por el momento, no se descarta que pueda haber más detenciones en los próximos días

Cerrado por sanidad un 'narcobar' de Zaragoza tras una operación contra el narcotráfico

El bar El Imperio, antiguo ‘Cubetazos’, fue cerrado unos días a finales de abril de este año tras otra operación antidroga. | ÁNGEL DE CASTRO

El bar El Imperio, antiguo ‘Cubetazos’, fue cerrado unos días a finales de abril de este año tras otra operación antidroga. | ÁNGEL DE CASTRO / a. t. b.

El antiguo bar Cubetazos del barrio de Delicias de Zaragoza cambió su nombre por el de Imperio con la intención de lavar la imagen de narcobar que se había ganado debido a unas cuantas intervenciones antidroga a sus espaldas, la más reciente, fechada en abril de este mismo año. Aún así, parece que nada habría cambiado por allí porque la Policía Judicial de la Comisaría de Delicias ha iniciado una operación que se ha saldado con la incautación de 4,5 kilos de cocaína y la detención de dos personas presuntamente vinculadas al tráfico de drogas ejercido desde este establecimiento ubicado en la esquina de la calle San Rafael y la calle Santa Teresita.

Uno de estos dos individuos –J. M. M., de 46 años y nacionalidad dominicana– fue arrestado como vendedor de droga por menudeo y, el segundo –J. F. T. P., de 45 años y nacionalidad colombiana–, como supuesto arrendatario del trastero que hacía las veces de laboratorio a la hora de manipular los estupefacientes. No obstante, la relación de este último con el entramado criminal es algo más cuestionable desde el punto de vista punitivo porque los agentes nunca lo vieron allí durante las vigilancias. Asistidos por Carmen Sánchez Herrero y Luis Ángel Marcén, ambos pasaron ayer a disposición judicial ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza, en funciones de guardia, decretando su puesta en libertad con la obligación de personarse ante el juzgado cuando sean requeridos. Por el momento, la juez ordenó la retirada de su pasaporte para evitar que abandonen el país.

Según pudo saber EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, no se descarta que en los próximos días se puedan completar nuevas detenciones dada la estructura piramidal en la que basaba este grupo, que incluso contaba con un depósito de droga en un coche y un laboratorio en un trastero. Allí, los agentes intervinieron en total unos 4,5 kilos de cocaína cuyo precio en el mercado asciende a casi 300.000 euros. El inicio de la investigación que les llevó hasta esta cocaína se remonta al pasado mes de julio, cuando los agentes fueron conocedores de la venta de cocaína en el Imperio bien en calles próximas al bar, bien en vehículos, bien desde el interior del mismo establecimiento.

Fruto de las vigilancias que efectuaron los agentes desplegados en el terreno, pronto pudieron comprobar que estos intercambios sí que se llevaban a cabo con terceros que se acercaban allí, presumiblemente, previo contacto a través del teléfono. El siguiente paso fue averiguar la procedencia de ese cocaína y, rápidamente, los agentes dieron con su paradero dados los seguimientos hacia estos individuos.

Un garaje y un trastero

Primero fueron conducidos hacia un vehículo estacionado en un garaje y, luego, a un trastero. Posteriormente, comprobaron que en el interior del vehículo yacían abandonadas una mochila y una bolsa con poco más de dos kilos de cocaína y otro kilo de sustancia adulterante. Precisamente, esta cocaína se manipulaba luego en un trastero ubicado en este mismo barrio de Delicias, donde fueron incautados más de 2,5 kilos de cocaína y otros tantos de sustancia adulterante. Con toda esta información recabada, los agentes procedieron a la detención de quien sería uno de los vendedores de la droga desde el bar Imperio y de quien alquilaría el trastero a esta banda para poder manipularla. No obstante, este último, identificado bajo las iniciales de J. F. T. P., declaró en dependencias policiales que él solo le tenía alquilado el trastero a uno de esos individuos e incluso cargó contra él diciendo que le había visto manipular la cocaína. Los agentes nunca le vieron merodear el citado trastero durante algunas de sus vigilancias.

Por su parte, J. M. M. fue detenido en un centro de inserción social del barrio de Torrero, donde disfrutaba del tercer grado pernitenciario, ya que cuenta con varios antecedentes en su currículum delictivo, cuatro de ellos por delitos contra la salud pública. Él se negó a declarar ante la Policía Nacional y, ante el juez, solo lo hizo para negar su relación con los hechos que le imputan: un nuevo delito contra la salud pública.