Mea en la calle en Zaragoza y la Policía le detiene al amenazarles de muerte

Mear en la calle es un episodio incívo que el Ayuntamiento de Zaragoza sanciona con multas de 50 a 750 euros en función de una graduación mínima, media o máxima que recoge la ordenanza de limpieza viaria y residuos domésticos. Ayer de madrugada, un hombre identificado bajo las iniciales de D. C. H. hizo gala de sus necesidades fisiológicas en medio de la calle Antonio Leyva del barrio del Oliver de Zaragoza con la mala suerte de que una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía circulaba por allí en ese preciso instante. Acabó detenido no sin antes amenazar de muerte a los agentes y negarse a presentar sus documentos de filiación para ser sancionado. Ahora se le imputa un delito de resistencia a la autoridad.

Los hechos referidos se remontan a la madrugada de este miércoles, en torno a las 05.00 horas, cuando una dotación de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón que circulaba por esta calle del barrio del Oliver se percató de cómo este individuo meaba en la calle. Tal y como actúan los agentes del Cuerpo Nacional de Policía ante este tipo de situaciones, le recriminaron su actitud e iniciaron los trámites para levantar un acta de sanción.

Lo que no se esperaban es que este individuo se rebelara a esas horas de la madrugada y comenzara a proferir una serie de improperios contra ellos, llegando incluso a amenazarles de muerte en reiteradas ocasiones. Mientras los agentes le insistían en que les entregara su documento de identidad para denunciarle, D. C. H. se negaba por activa y pasiva hasta que tuvo que ser engrilletado y trasladado a la comisaría del Actur-Rey Fernando para prestar declaración.

No se trata de un episodio frecuente al que tengan que hacer frente las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la capital aragonesa, aunque hay algún precedente: la Policía Local detuvo el 23 de febrero a una mujer de 66 años identificada bajo las iniciales de M. D. F. G. que negó a identificarse cuando los agentes le pillaron orinando en el paseo Pamplona.

Al igual que ahora, la susodicha comenzó a comportarse de forma agresiva, aunque esa vez lo hizo a plena luz del día, en torno a las 18.10 horas. Insultó y amenazó a los agentes e incluso intentó agredir a uno de ellos.

La ordenanza municipal que regula este tipo de actos incívicos comenzó a aplicarse el 19 de noviembre de 2008. Solo durante los tres primeros meses, la Policía Local impuso 216 denuncias por hacer necesidades fisiológicas en la calle.