SUCESOS EN ARAGÓN

Acusa a un amigo de penetrarle analmente al hacerle un masaje en Zaragoza

"No puedo explicar por qué dice eso", declara el acusado ante el tribunal

La Audiencia Provincial de Zaragoza.

La Audiencia Provincial de Zaragoza. / ángel de castro.

Denunciante y denunciado se conocen desde la adolescencia, pero ayer se vieron las caras en los tribunales y cruzaron sus declaraciones ante la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza tras un encuentro que mantuvieron en junio de 2022. Mientras que F. I. P. señaló reiteradamente que no le penetró analmente mientras le practicaba un masaje en la terraza de su propia casa, la chica recordó cómo se despertó de repente con "un dolor" en esa zona. "Ella me pidió que le hiciese un masaje. En un momento dado se giró y me dijo: ‘¿qué has hecho?’ Ni le metí los dedos ni objetos ni nada. No puedo explicar por qué dice eso", refirió el acusado. "Lo único que recuerdo es que tenía un dolor y le vi delante de mí", contestó ella durante su intervención.

Los hechos referidos se remontan a última hora de la tarde del 14 de junio de 2022. Ambos coincidieron en que mantenían "una relación de amistad" desde que se conocieron en el instituto, si bien perdieron el contacto durante unos años hasta que sus caminos volvieron a cruzarse en 2017. El acusado explicó al tribunal provincial, presidido por el magistrado Alfonso Ballestín, que incluso llegaron a iniciar «una relación más sexual que sentimental» durante los primeros meses de 2021.

Aquella tarde de verano ambos quedaron a cenar en su casa, donde tomaron un par de cervezas hasta que llegó el momento en el que él le comenzó a realizar el citado masaje y del que la mujer se considera víctima de una agresión sexual. "¿Dos dedos sin lubricación? ¿Qué salvaje hace eso?", se preguntó el acusado en referencia a las manifestaciones de la denunciante. Los profesionales del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón (Imlcfa) no pudieron arrojar luz al respecto porque la denuncia se interpuso ocho días más tarde de la escena relatada.

Mientras que el ministerio fiscal solicita que F. I. P. sea condenado a cuatro de cárcel como autor de un delito de agresión sexual, la acusación particular eleva la pena privativa de libertad hasta los doce años. Por su parte, la defensa a cargo de Alejandro Soteras interesó la absolución de su representado alegando, primero, la pena credibilidad de su relato y, segundo, la "animadversión" y "actitud altiva y prepotente" de la denunciante. "Este procedimiento, que llevamos ya un año y medio, me ha causado un daño moral tremendo y un perjuicio económico muy elevado. Sí que hubo una proposición económica, pero era tan absurdamente elevada que superaba mis ingresos de un año y me negué", dijo el acusado en su última palabra.