El 'Andaluz': cuatro detenciones desde que salió de la cárcel antes de casi matar a su tío en Zaragoza

La huella de Vicente Fontecha Pavón (España, 1977), alias el Andaluz, es más que conocida entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. No solo por la paliza que le propinó a su tío este martes por la noche en la calle Pablo Parellada de Zaragoza ni tampoco por el apuñalamiento que protagonizó en junio de 2017 en la calle Río Matarraña. Desde diciembre de 2022, cuando abandonó el centro penitenciario de la localidad valenciana de Picassent tras cumplir los cinco años y medio de prisión que le impuso la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza, el Cuerpo Nacional de Policía le ha detenido cuatro veces como presunto autor de sendos delitos de resistencia y desobediencia a los agentes de la autoridad, amenazas, atentado y lesiones.

Por orden. El Andaluz quedó en libertad el 16 de diciembre de 2022 y decidió trasladarse a la capital aragonesa para comenzar a vivir con su tío en el zaragozano barrio de Torrero. Apenas cuatro meses después, el 1 de abril, fue detenido por insultar a unos agentes que estaban llevando a cabo una inspección en un bar y que se saldó con la incautación de varias sustancias estupefacientes que encontraron entre sus pertenencias. Les amenazó de muerte -"ese hachís sí o sí me lo vais a devolver, sé dónde vivís y os voy a mandar a mis amigos de prisión para que os maten", les increpó- y no cesó su actitud durante su traslado al Hospital Provincial Nuestra Señora de Gracia.

Tanto es así que los agentes solicitaron apoyo a varios compañeros para poder sacar a Fontecha Pavón del interior del vehículo policial porque llegó a fracturar una de las ventanillas y las puertas. Y, ya en el interior del centro hospitalario, siguió amenazado a los agentes al mismo tiempo que les recordaba su experiencia delictiva. "Soy el del asesinato de la avenida Cataluña. No sabéis con quien os habéis cruzado y voy a empezar matando lo que mas queréis", les dijo.

Solo tres meses más tarde de su primer episodio delicitivo tras abandonar la vida entre rejas, volvió a las andadas al participar en una pelea en la avenida América. En esta ocasión explicó a los agentes que dos jóvenes le habían intentado robar el móvil, por lo que decidió amenzarles con un cuchillo que fue localizado entre sus prendas de ropa. "Os voy a matar. Vivo en la cárcel y dos moros no me van a tocar los cojones", espetó.

El 3 de noviembre fue detenido nuevamente por la Policía Nacional por increpar a una dotación de Bomberos del Ayuntamiento de Zaragoza que sofocaba un incendio en la avenida Santa Isabel. Se negó a identificarse ante los agentes y volvió a proferir amenazas de muerte contra ellos, tal y como ya hizo en anteriores ocasiones. Y, vísperas de Nochevieja, volvió a dormir en los calabozos por participar en una pelea en un bar de la avenida América. Junto a dos amigos, agredieron a un cuarto, que sufrió una lluvia de botellas y vasos del establecimiento.

A estos cuatro episodios todavía habría que añadir el quinto que protagonizó esta misma cuando se atrincheró con su tío tras propinarle una paliza que le dejó semiiconsciente como consecuencia del neumotórax, el edema cerebral y el traumatusimo craneal que sufría. Con todo ello, desde el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón definen al Andaluz como una persona agresiva y violenta que no duda en hacer "un uso indiscriminado de la violencia".

Ayer por la tarde pasó a disposición judicial ante el Juzgado de Instrucción número 9 de Zaragoza, que decretó su ingreso en prisión como presunto autor de un primer delito de lesiones, un segundo delito de desobediencia grave a la autoridad y un tercero de detención ilegal. Asistido por Carmen Sánchez Herrero, alegó ante la Justicia que es politoxicómano y bipolar.

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