SUCESOS EN ARAGÓN

Los jóvenes juzgados por celebrar un botellón en un chalé de Castiello niegan el allanamiento

Los cuatro detenidos se enfrentan a condenas de un año y seis meses

Juicio contra los cuatro jóvenes que se enfrentan a condenas de un año y seis meses de prisión por un delito de allanamiento, este lunes en la Audiencia de Huesca.

Juicio contra los cuatro jóvenes que se enfrentan a condenas de un año y seis meses de prisión por un delito de allanamiento, este lunes en la Audiencia de Huesca. / EFE/ Quique Facil

El Periódico de Aragón

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Los cuatro jóvenes que se enfrentan en la Audiencia de Huesca ante un jurado popular a condenas de un año y seis meses de prisión por un delito de allanamiento han asegurado desconocer que el chalé al que accedieron en la localidad pirenaica de Castiello de Jaca para celebrar un botellón era de propiedad privada y que carecían de permiso para entrar.

Los hechos enjuiciados ocurrieron a mediados del mes de abril de 2022, cuando los acusados, dos de San Sebastián y dos de Zaragoza, fueron a pasar las vacaciones de Semana Santa a las segundas residencias de sus familias y coincidieron con otros grupos de jóvenes con los que quedaban algunas noches para beber alcohol.

Antes del inicio de las declaraciones, la representante fiscal ha solicitado la inclusión en la causa de una sentencia anterior que condenó a cuatro menores por provocar un incendio accidental en el interior del chalé que arrasó el inmueble.

Aunque estos hechos se produjeron dos días después de los botellones en los que participaron los acusados y carecen de relación con el procedimiento por el que se les enjuicia, la magistrada presidenta del tribunal ha aceptado su incorporación debido a que alguno de los menores condenados formaba parte del grupo.

En sus respectivas declaraciones, los jóvenes acusados, que tenían edades entre los 18 y 20 años, han explicado que la propuesta de entrar en el chalé les fue hecha por un menor de edad vecino de Castiello de Jaca ante el frío que reinaba las noches del 14 al 16 de abril de 2022 en la zona arbolada donde quedaban para hacer botellón.

Han explicado que las noches que accedieron al chalé solía haber más de diez jóvenes en su interior bebiendo alcohol en el salón del inmueble, aunque han insistido en que eran encuentros en los que conocían a la mayor parte de los participantes, a excepción del menor residente en la población, que creó un grupo de Whatsapp del que formaban parte dos de los encausados.

Estos jóvenes han coincidido en sus manifestaciones, además, al afirmar que no se apercibieron en ningún momento de que las puertas del chalé estuvieran forzadas, ni llegaron a sospechar que el inmueble fuera propiedad de una tercera persona ajena a alguno de los participantes en el botellón.

Todos se han mostrado seguros al apostillar, en respuesta a las preguntas de sus respectivos letrados, que si hubieran sabido que carecían de permiso del propietario de la casa para celebrar sus encuentros no habrían accedido al interior del inmueble.

Durante la vista se han exhibido fotografías y algunos vídeos capturados en el interior del inmueble que muestran la participación en el botellón de estos jóvenes, que han admitido desde un primer momento haber tomado parte en estos encuentros.

La vista se reanudará mañana con el testimonio de los testigos intervinientes en la causa, tanto guardias civiles como otros jóvenes que tomaron parte en los botellones.

En su escrito de acusación, el fiscal relata que durante las vacaciones de Semana Santa de 2022, los cuatro acusados se pusieron de acuerdo con los referidos menores para ir al chalé, "sin contar con autorización del propietario y con ánimo de menoscabar su derecho a la intimidad y a la inviolabilidad domiciliaria".

El ministerio público añade en su escrito que estos jóvenes no sólo eran conscientes de que carecían de autorización, sino que conocían que el propietario no estaba en la vivienda, "si bien a dicha residencia acudía con absoluta regularidad tanto el propietario como su familia".

Las defensas piden a su vez la libre absolución de sus respectivos clientes al entender que accedieron a un inmueble que estaba abierto, sin saber que era propiedad de una tercera familia que desconocía lo que estaba ocurriendo y que no había dado permiso alguno.