El Ayuntamiento de Villarroya del Campo (Zaragoza) ha organizado la primera edición de las Jornadas de Recreación Histórica en El Castillo y transporta a sus habitantes a la Celtiberia. El objetivo es hacer un viaje al pasado durante el fin de semana del 2 y 3 de julio para dar a conocer a los vecinos los orígenes de su tierra, en la que los celtíberos fueron los primeros en asentarse.

Las jornadas se inaugurarán el sábado a las 10.00 y, media hora después, se abrirán los espacios de recreación histórica. Estos permanecerán abiertos durante todo ese día y la mañana del domingo para que todo el que quiera pueda acercase, conversar con los recreadores históricos y comprar productos artesanos.

Durante el 2 de julio, además, la plaza España, el campamento militar y la iglesia parroquial serán escenario de diferentes actividades como talleres, visitas guiadas, conferencias y el concierto Silberius de ura. Viaje a lo remoto. Por la noche tendrá lugar una cena celtíbera popular y posteriormente, hasta las 3.00 también se podrá disfrutar de una discomóvil.

El domingo, los espacios de recreación histórica se abrirán a las 11.00, hora a la que se realizará también una demostración en la fragua. Este mismo día habrá una visita guiada dinamizada al yacimiento de El Castillo y un taller didáctico familiar en el horno antiguo sobre la alimentación de los habitantes de este enclave, en el que se hará pan. Para concluir esta primera edición de las jornadas, a las 13.00 se entregará una placa a todas las personas del municipio que este 2022 cumplen 80 años.

Acercar la historia

El Ayuntamiento de Villarroya del Campo pretende acercar su historia a los habitantes del municipio, ya que los primeros pobladores de este estratégico enclave, ubicado al pie de un pequeño relieve en la confluencia de los arroyos Orcajo y Villarroya, fueron los celtíberos. Se asentaron en pequeñas construcciones de barro rodeadas de una muralla defensiva a base de grandes piedras toscamente trabajadas.

Para aislar el asentamiento y aumentar el carácter defensivo del relieve, los celtíberos excavaron un gran foso en la roca. Este ha sido posteriormente utilizado por los habitantes de Villarroya del Campo como camino y para excavar cuevas y guardar el ganado. El antiguo poblado celtíbero es la causa por la que este relieve se denomina El Castillo.

En el pasado, durante mucho tiempo quedaron en lo alto del relieve los restos de construcciones y murallas de grandes piedras. Los habitantes de Villarroya utilizaron estas ruinas para construir grandes edificios como la ermita o la iglesia hasta acabar completamente con los restos celtíberos. Los principales restos que han llegado hasta la actualidad son pequeños fragmentos de un muro defensivo y el foso.