Huesca quiere abrir un nicho de negocio en su firmamento a través del turismo de estrellas

Quienquiera que haya observado el firmamento de Huesca puede acreditar que es sobradamente bello. La escasa contaminación lumínica y sus parajes montañosos hacen de la provincia altoaragonesa una de las ubicaciones privilegiadas para los amantes de la astronomía o para los románticos que en las estrellas hallan su inspiración. Pero no será más una cuestión subjetiva: el cielo nocturno oscense es uno de los más claros y estrellados, según demuestra el 'Estudio del potencial del cielo nocturno en la provincia de Huesca', presentado este lunes por la Diputación Provincial de Huesca (DPH) y la Agrupación Astronómica de Huesca.

La investigación es el primer paso para que Huesca se convierta en la primera provincia española con el sello Starlight, una designación que otorga un órgano internacional avalado por la Organización Internacional del Turismo y que permitiría abrir un nuevo nicho de negocio: el turismo de estrellas. "Este tipo de turismo está basado en un recurso natural que todos tenemos sobre nuestras cabezas, al que a veces no le damos importancia a pesar de que es fundamental, ha aseverado Fernando Blasco, el director gerente de asociación turística TuHuesca.

El municipio oscense de Laguarta, Ciudad de las Estrellas

"Teníamos que demostrar que nuestro cielo es tan potente. Nuestro estudio dice que es suficientemente potente para trabajar el turismo de estrellas en toda la provincia y dinamizar el territorio para atraer a esos turistas. Hay gente en todo el mundo que monta sus viajes en función de si el lugar al que van tiene o no contaminación lumínica y en nuestra provincia se puede llevar a cabo", ha explicado Blasco.

Los cielos "espectaculares" de Ribargorza

El estudio ha medido la intensidad de la luz nocturna en miles de kilómetros de la provincia altoaragonesa. Se ha medido zona por zona la contaminación lumínica de los cielos con un fotómetro, un dispositivo que ha elaborado en noches en las que no había luna, con semejantes condiciones meteorológicas, con un fotómetro, que mide la luz del cielo. "Nos hemos encontrado con que la caldiad del cielo nocturno en Huesca es muy buena, salvo las zonas de grandes poblaciones", ha apuntado Juan Castiella, físico y autor del estudio. Algunas zonas son "espectaculares", coincidiendo con las que se alejan de los grandes núcleos urbano, como en la comarca de Ribagorza. Algo menos favorables son las ubicaciones en el corredor Barbastro-Monzón-Binéfar-Fraga, debido a la alta densidad de población, ha especificado Castiella.

De cualquier modo, el turismo de estrellas ya ha echado a andar en la provincia altoaragonesa. "Hay balcones que ya funcionan, como el de Las Almunias de Rodellar, todo un éxito en los dos últimos años. Queremos que haya personal para guiar la visita al cielo, al igual que en los museos", ha explicado Alberto Solanes, el presidente de la Asociación Astronómica de Huesca, quien ha confiado en que el turismo de estrellas generará una dinamización del territorio con hoteles y casas rurales dedicadas a esta actividad.