La Capilla de San Miguel Arcángel de la catedral de Jaca, diseñada por el escultor Juan de Moreto y realizada entre 1521 y 1523, es uno de los elementos fundamentales de la catedral de Jaca. La colaboración de las instituciones públicas y privadas ha permitido la rehabilitación de esta capilla de portada renacentista, así como la recuperación del sepulcro del Obispo Baguer de la seo.

El obispo de la diócesis, Jesús Sanz; el viceconsejero de Educación y Cultura, Juan José Vázquez; la directora de actividades culturales del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), Conchita Badiola y el director territorial del BBVA en Aragón, Navarra y Rioja, José Vicente Mestre, presentaron ayer los trabajos de restauración llevados a cabo en este templo declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

La capilla de San Miguel forma parte de la renovación que en la catedral de Jaca se llevó a cabo desde principios del siglo XVI. Hacia 1520, Juan de Segura realizó las bóvedas de crucería estrellada de las naves laterales y el mismo maestro arquitecto acometió el plan de apertura de las capillas en los laterales del templo. La construcción de la capilla comenzó en 1518, financiada por Juan de Lasala y su mujer Juana Bonet, y fue diseñada por el escultor italiano Juan de Moreto, secundado por los imagineros Gil Morlanes el Joven y Juan de Salas. El retablo se terminó en 1526, aunque la policromía de la portada y del retablo la llevó a cabo con posterioridad el pintor Juan Navarro. Tras la última restauración el conjunto resulta impresionante.

LOS MEJORES ARTISTAS

Esta capilla debió de tener una gran influencia en el Alto Aragón en el siglo XVI, tanto por la monumentalidad de la portada como por la importancia del retablo de la capilla y la búsqueda de los artistas más vanguardistas de esa época, ya que recabó la atención de los obispos Diego de Monreal y Malaquías de Asso a finales del siglo XVI y principios del XVII. El mensaje iconográfico alude a la salvación cristiana, e incluye a cuatro santos intercesores en la portada: José, Pablo, Roque y Cristóbal; y a cuatro evangelistas: Mateo, Juan, Lucas y Marcos.

La portada es la obra fundamental de Juan de Moreto, en cuanto al reatablo, Moreto fue el autor del diseño , pero su realización la compartió con Gil Morlanes y Juan de Salas, siendo policromada con originalidad por Juan Navarro.

En cuanto al sepulcro del Obispo Pedro Baguer, se trata de una sepultura adosada al muro testero norte y forma parte de la capilla que perteneció a la familia Baguer. El monumento funerario consta de un arco del triunfo apoyado en pilares en los que se representan las figuras de varios profetas realizadas en alabastro. Además, dos columnas adosadas de capitel corintio sobre pedestales sustentan un frontón triangular con el escudo del Obispo Baguer. Dentro del arco se encuentra la urna funeraria con las Virtudes de frente y la estatua yacente del Obispo Baguer y, sobre ella, el grupo escultórico de Nuestra Señora de la Asunción coronada como reina de los cielos, también de alabastro.

Esta rehabilitación se enmarca dentro del programa de restauraciones desarrollado por BBVA, que también ha editado un libro dentro de la colección Obras Maestras Restauradas, que incluye, además de las presentaciones institucionales, textos de la profesora de la Universidad de Zaragoza, Carmen Morte García, y la memoria técnica de la restauración, realizada por los especialistas de Coresal, empresa que ha realizado la limpieza y rehabilitación de la capilla de San Miguel Arcángel y del Sepulcro del Obispo Baguer.