El actor José Martínez Martínez, que había adoptado el nombre artístico de Daniel Martín desde sus primeras películas en la década de los 60, falleció el pasado lunes en su residencia de Nuévalos (Zaragoza), a los 74 años, víctima de un cáncer de páncreas. Será incinerado hoy a las 12.15 horas en el cementerio zaragozano de Torrero.

Cartagenero de nacimiento (12 de mayo de 1935) y novalense de adopción, Martín se hizo muy popular como protagonista masculino de Los Tarantos, la mítica película de 1962 con la que Francisco Rovira logró ser nominado a los Oscar de Hollywood y en la que bailaban Antonio Gades y Carmen Amaya. Tenía registradas 112 obras, entre películas y capítulos de series televisivas.

Daniel Martín residía desde hace ocho años en el Hotel Las Truchas, un negocio familiar muy cercano al Monasterio de Piedra, y allí falleció rodeado de sus seres queridos. Desde su juventud cultivó la amistad en Barcelona con los miembros de la familia Esplugas, que en 1958 recalaron en Nuévalos, recién construido el pantano de La Tranquera, para poner en marcha su negocio de hostelería. Otro amigo de juventud fue Joaquín Blume, el gimnasta barcelonés, campeón de Europa, que murió en un accidente de avión en 1958.

PAUSA EN EL TRABAJO

Desde que sufrió un infarto poco después de perder a un hijo en 1982, Daniel Martín había reducido mucho su actividad profesional. Atrás quedaban las noches madrileñas con sus amigos Paco de Lucía, los Habichuela o Antonio Gades. Frecuentaba Las Truchas con su esposa Theresa. Pero participó de forma puntual en abundantes series televisivas: Hospital central, Éste es mi barrio, Montoyas y Tarantos, El comisario, Petra Delicado, El Quijote y, sobre todo, Calle nueva y Al salir de clase, en los que su presencia fue más constante.

Martín había debutado en la pantalla grande con un papel menor en La espada del Cid, de Miguel Iglesias (1962), pero pocos meses después cosecharía gran popularidad gracias a Los Tarantos, donde encarnaba a Rafael, la pareja de Juana (Sara Lezama). En aquella época dorada también participó en Los felices sesenta (Jaime Camino, 1963) o Los guerrilleros (Pedro Luis Ramírez, 1963) antes de centrar gran parte de su actividad profesional en el género del spaghetti-western.

Fue un secundario muy querido en su tiempo gracias a su presencia en títulos como Duelo en Texas (en la que, para incrementar el sabor americano, se acreditó como Dan Martin, sin acento), La ley del forastero, El último mohicano, La cabeza del Bautista, Siete pistolas para Timothy o la mítica Por un puñado de dólares.

Durante la década de los 70 aún siguió cultivando la faceta de pistolero, aprovechando su físico vigoroso, pero también se dejó ver en producciones de corte bien distinto, como la controvertida Cambio de sexo, de Vicente Aranda (1977), o la fábula de ciencia ficción Espectro. Más allá del fin del mundo (1978), de Manuel Esteba, donde era el científico protagonista junto a Eduardo Fajardo.