Dos aragoneses, ambos profesionales de la medicina, han sido rescatados del olvido por la revista cultural Turia en su número de junio, Santiago Loren, premio Planeta en 1953, y José Borrajo Esquiu, primer alcalde de Teruel en la II República, que murió paradójicamente en una cárcel republicana. La revista, que se distribuirá a partir del 21 de junio, dedica un artículo a redescubrir la obra del médico ginecólogo y escritor Santiago Lorén (1918-2010), quien ganó la segunda edición del premio Planeta, y que murió en noviembre del pasado año. Otro médico, el doctor José Borrajo Esquiu, es el segundo protagonista de este número, en el que se recuerda que fue el primer alcalde de Teruel durante la Segunda República, que terminaría muriendo preso en una cárcel republicana de Valencia. Juan Villalba firma el articulo dedicado a Lorén, del que revela que compatibilizó toda su vida su profesión de ginecólogo con la de escritor, dejando una extensa producción literaria en todos los géneros, novela, cuento, teatro, ensayo, biografía o el artículo periodístico. Con su novela "Una casa con goteras", ganó en 1953 la segunda convocatoria del premio Planeta, y con "La vieja del molino de aceite", el premio Ateneo de Sevilla de 1984. Con el ensayo autobiográfico, "Memoria parcial", fue finalista en 1985 del premio Espejo de España y con su obra "Hospital de guerra" obtuvo, en 1981, el premio Ciudad de Teruel de novela. Una constante en su prosa es la presencia de un costumbrismo irónico no exento de cierta nostalgia melancólica, que en numerosas ocasiones deviene en una sutil crítica social poco comprometida, según Villalaba, para quien Lorén es fundamentalmente un gran psicólogo, en especial del alma femenina. Aragón y lo aragonés son otra constante de su escritura, una presencia insistente en toda su obra, en la que de una u otra forma, invariablemente, se encuentran referencias a sus gentes, su idiosincrasia, sus paisajes o sus problemas. En este sentido cabe destacar su documentada "Guía de Aragón" (1977), publicada por la editorial Destino, en cuyos capítulos se presenta la historia, la geografía, el folclore y las rutas más interesantes de la comunidad. En un texto divulgativo, el historiador Serafín Aldecoa saca del olvido la figura de José Borrajo Esquiu (1873-1938), sobre el que hace una aproximación biográfica que permite valorar la trayectoria política de uno de los líderes de republicanismo turolense. Borrajo Esquiu, alcalde de Teruel desde el 14 de abril de 1931 hasta finales de julio de 1933, fue un médico de filiación republicana que ejerció en varios municipios de la provincia (Alfambra, Cella). En 1933, resultó elegido diputado constituyente para el Congreso de Madrid y tuvo que dejar el ayuntamiento, con lo que desaparece progresivamente del primer plano de la vida política turolense. Cuando en julio de 1936 comienza la Guerra Civil, Borrajo continuó trabajo como médico en la Beneficencia de Teruel y luego como director del hospital de Nuestra Señora de la Asunción, situado en la actual plaza de San Juan. En 1938, fue uno más de los prisioneros que las tropas republicanas hicieron en la ciudad tras el asedio bélico que motivó la capitulación del coronel Rey D'Harcourt. Pese a su ascendencia republicana, terminó en la cárcel de San Miguel de los Reyes, de Valencia, donde falleció en agosto de 1938.