José Alfonso Cortés El maestro, un pianista que fue pionero y referente en el mundo del jazz en Aragón, falleció el pasado lunes a los 68 años. Nació en Zaragoza en 1945, en el seno de una familia vinculada a la música, pues su padre fue director del Orfeón Zaragozano y de la Orquesta Sinfónica. Desde pequeño destacó por su afición musical y cursó los estudios de solfeo y piano en el conservatorio de la capital aragonesa, obteniendo las máximas calificaciones.

Alternando sus estudios musicales y los mercantiles, quedó finalista en las ediciones III, IV y VI del Festival de Jazz de San Sebastián. A raíz de ganar esa última edición, el Alfonso Cortés Trío (Cortés, piano, Alberto Machado, bajo, y Daniel Clemente, batería) fue invitado al Festival Internacional de Jazz de Préron (Checoslovaquia). Entre treinta y dos participantes, obtuvo la medalla de bronce y mención de honor de la ciudad. Fue invitado igualmente a los festivales de Ginebra y Milán.

Pianista en diversas cadenas de hoteles, dio numerosos conciertos en España con distintas formaciones, así como acompañando a figuras de la talla de Elia Fleta, Memphis Slim o Donna Hightower.

PRIMER GRUPO DE JAZZ José Alfonso Cortés fue el fundador en en el año 1967 del primer grupo jazzístico aragonés, el Cuarteto de Jazz de Zaragoza. El club tenía su sede en la cafetería de Radio Zaragoza situada en los bajos del Pasaje Palafox. El grupo estaba integrado, además de Cortés, por Luis Dufol (guitarra), Miguel Ángel Tapia (órgano) y José Ignacio Cardona (contrabajo).

El cuarteto se disolvió a primeros de los setenta y José Alfonso Cortés se marchó a Madrid, donde tocó en el Whisky Jazz. Luego fundó Demostrados Oficial en España de la firma americana de órganos Hammond. Formó dúos con los organistas Sidney Bryan, Miguel Ramos, Lou Bennet y Carlos Torrijo.

Colaboró en programas de radio y televisión, así como en la creación de cuñas publicitarias para ambos medios. Compuso también la canción Tómame o déjame, que popularizó Mocedades, pero se la vendió a Juan Carlos Calderón que es quien figura como autor de la música y la letra.

Tras muchos años fuera, regresó a Zaragoza y, además de participar en el festival de jazz de la ciudad, ofrecía conciertos en la sala El Cantor de Jazz. Al margen de los conciertos, desarrolló una actividad didáctica, dirigida principalmente a los jóvenes.

La crítica destacaba su técnica e imaginación, su gran capacidad de improvisación y su conocimiento de las armonías, modulaciones tímbricas y expresivas, por lo que cada una de sus interpretaciones era irrepetible.